No muy bien desembarcó Jorge Lorenzo en Qatar. El undécimo puesto que consiguió en el circuito de Losail es muestra de lo mucho que le queda por mejorar de la Ducati GP17. Tiene margen de mejora, al menos, pues el camino que le aguarda para regresar a la cabeza de carrera es aún largo, como ya declaró en los test privados desarrollados por la marca italiana en Jerez.
En lo que refiere a estrenos, Maverick Viñales brilló por lo contrario, fue, de hecho, la estrella más brillante en el Gran Premio de Qatar. La victoria conseguida por el de Yamaha probó el binomio perfecto que forman la M1 y el piloto. Una sintonía que a Lorenzo, según confesó al medio Motorsport, le recuerda a él mismo: "Maverick me recuerda a mí en según qué cosas".Según el mallorquín, Viñales posee una confianza que es fortaleza ante los demás: "Como yo, él tampoco tiene ningún mito. Ese desparpajo, esa fuerza y esa convicción, ese estar convencido de lo que puede lograr, todo eso también lo tenía yo", confesó al medio mencionado. No obstante, cabe recordar que su debut en la marca de los diapasones fue bien distinta. En el caso de Lorenzo, este se estrenaba también en la categoría reina, mientras que el piloto de Roses tuvo un aprendizaje previo en el también estreno de Suzuki, donde desarrolló junto a su entonces compañero Aleix Espargaró la GSX-RR.
Aún con sus matices y diferencias, Lorenzo identifica en Viñales actitudes que él mantenía al mando de la M1, sobre todo en su primera etapa en Yamaha. En el caso del Lorenzo, ese idilio le hizo ganar tres campeonatos del mundo en MotoGP. Aún queda por ver la solvencia de Maverick Viñales con la M1 a lo largo de todo el mundial, aunque la palabra éxito le ha acompañado tanto en la pretemporada como en su inicio en el desierto qatarí.
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