Aunque en realidad se trataba de un Porsche 911 con una decoración muy especial por parte de la filial de Mattel dedicada a la venta de automóviles a escala, lo cierto es que el piloto mallorquín ha dejado de lado las dos ruedas en los días previos al decisivo GP de Aragón para vivir esta bonita experiencia en una pista que por desgracia está en desuso pero que es historia viva de nuestro automovilismo deportivo ya que en este mes de octubre el trazado ovalado y peraltado cumple 90 años desde su inauguración, cuando en la pista de Sitges en 1923 la victoria del primer Gran Premio internacional fue para Darío Resta con un Talbot.
Viviendo experiencias
"La sensación de correr en el Autódromo es indescriptible. Pilotar así, con esta pendiente ovalada, es algo único que difícilmente puedes experimentar en otro sitio. Espero volver algún día" afirma Jorge Lorenzo, que posteriormente ha viajado a Alcañiz para enfrentarse a los lomos de su habitual M1 con la que intentará conseguir su tercera victoria consecutiva después de las conseguidas en Silverstone tras una intensa lucha y en Misano con una escapada perfecta.
Sin duda un día festivo y lúdico en un escenario inmejorable para el piloto del Yamaha Factory Racing, algo que no se podrá decir de las tres próximas jornadas que vivirá en las instalaciones de MotorLand Aragón, donde la tensión por intentar seguir recortando puntos al líder obligará al balear a tener la máxima concentración posible.
Artículos recomendados