Jorge Lorenzo no está pasando por un buen momento. Desde que aterrizó en la categoría reina en 2008, ha sido su peor arranque de campeonato. En el puesto 15 de la clasificación general con solo 19 puntos en 7 carreras, la cita de los Países Bajos es clave para el del Repsol Honda.
En Holanda Lorenzo ha vivido lo mejor y lo peor. Lo mejor, hasta 2010, donde logró nada más y nada menos que 6 podios, 4 de ellos victorias, pero su suerte cambió. Primero Marco Simoncelli 2011 y después Álvaro Bautista en 2012 le tiraron en la primera vuelta. Y en 2013 llegó su momento más duro. La rotura de su clavícula el viernes y su regreso 'exprés' para acabar en una heroica quinta plaza el domingo. Desde entonces, solo ha subido una vez al podio, con la Yamaha en 2015 siendo tercero.Y este año, tras muchas dificultades con la Honda, afronta el fin de semana viendo la luz al final del túnel. Y es que hace dos semanas, a pesar del desenlace en el Circuito de Barcelona-Catalunya, pudo verse más cerca de la cabeza, queriendo seguir en esa línea en Assen.
"Venimos aquí después de nuestro fin de semana más consistente del año en Barcelona. El resultado final no fue el que queríamos, pero durante todo el fin de semana pudimos ser competitivos y seguir mejorando la moto, esto es lo que quiero hacer de nuevo este fin de semana", comenta el 5 veces Campeón del Mundo.
Después de viajar hasta Japón para mejorar sobre su moto, en Barcelona ya le vimos cambios, como en su basculante para sentirse más cómodo, en los que muchos han hablado de haber 'ducatizado' la Honda. Y parece que poco a poco todo ese esfuerzo con el equipo va dando sus frutos.
"Si seguimos trabajando de esta manera con el Repsol Honda Team, podemos volver a tener la velocidad como lo hicimos en Barcelona", zanja el #99.
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