Jorge Lorenzo no termina de hacer que las cosas le salgan bien. El mallorquín ha vivido, una jornada más, un día para olvidar. Tras un viernes discreto, Jorge salió a pista buscando la clasificación directa para la Q2; pero un exceso de ganas, sumado a unos neumáticos todavía fríos, dio como resultado un espectacular highside que le obligó a pasar por la Clinica Móvil.
Con la tercera tanda de entrenamientos libres perdida, Lorenzo decidió emplearse a fondo en la Q1, pero la mala fortuna volvió a interponerse en su camino. Como si el destino se estuviese riendo de él, Jorge se fue al suelo en la crítica curva 2, foco de arrastrones con la llegada de la noche y de su característica humedad. Y es que Lorenzo fue uno de los más críticos con los horarios de las sesiones de MotoGP, pidiendo en varias ocasiones que se adelantasen para que los pilotos de MotoGP pudiesen evitar la brusca caída de temperaturas del último tercio de la tarde. No es de extrañar que, nada más levantarse, Jorge Lorenzo señalase al cielo mientras negaba con la cabeza como muestra de desaprobación.
Sea como fuese, finalmente Jorge Lorenzo ocupará mañana la 15ª posición de la parrilla de salida. Sin duda, no está siendo su debut soñado con Honda, un Gran Premio ya de por sí lastrado debido a la lesión que arrastra desde enero en su muñeca. Los problemas se le suman al dorsal #99, pero eso no significa que no vaya a luchar cada décima de segundo.
"Me duele un poco la espalda y necesito descansar, a ver cómo me levanto mañana. Hoy no ha sido un gran día, muy desafortunado con el primer accidente. Hubo una combinación de factores que me hicieron sufrir una caída muy desagradable que me ha generado mucho dolor. Luego, en la clasificación, me volví a caer porque hacía demasiado frío. No fue un buen día para nosotros". En referencia a la primera carrera de la temporada, Jorge apunta a que "será una carrera de supervivencia", especialmente para él debido a su "falta de experiencia con la moto y también por el dolor".
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