La temporada 2019 pasará a la historia por haber puesto fin al reinado de Kawasaki en el mundial de Superbikes. La llegada de la Ducati V4R, pasando de un propulsor bicilíndrico a otro tetracilíndrico, puso el campeonato patas arriba, con hasta ahora todopoderoso Jonathan Rea desubicado. Bautista, debutante en WSBK, comenzó a encadenar victorias con amplios márgenes de ventaja, mientas que sus rivales debían conformarse con cuestionar su liderazgo en la Superpole Race.
Tanto Kawasaki como sus pilotos comenzaron a quejarse a Dorna, comparando a la moto italiana con una MotoGP de calle. Y razón no les faltaba, ya que el motor de la V4R comparte características con el de la Desmosedici, como pueden ser el diámetro o el recorrido del pistón. Pero ¿cómo se pueden permitir lanzar una moto como la V4R sin que ello afecte a las arcas de la empresa?Ahí es donde está la clave de esta jugada maestra. Y es que Ducati es una marca que apenas vende unas 50.000 unidades al año, pero a precios muy altos. Así, no resulta extraño ver que muchos de los modelos que tienen en stock superan los 25.000 €. Asimismo, la V4R cuenta con una versión más barata, la V4S, la cual ha tenido una gran acogida en el mercado europeo y, especialmente, en el español.
Al ser un campeonato de motos derivadas de serie, el primer paso para ganar el mundial de WSBK es hacer un modelo de calle competitivo que siente las bases del proyecto. El reglamento establece dos líneas rojas para que un modelo pueda ser inscrito en el certamen: no superar los 40.000 € en el mercado y producir como mínimo 500 unidades homologadas. Las marcas japonesas, acostumbradas a vender más por menos, podrían jugar con fuego de querer imitar la estrategia de Ducati.
Sin embargo, Kawasaki parece haber dado con la solución. Según ha publicado Speedweek.com, Ichiro Yoda (director técnico de la marca verde) y su gente ya están trabajando en la ZX-10RR de cara a 2020. "La Panigale V4 R es, para nosotros, una MotoGP a todos los efectos, con la única diferencia de que tiene neumáticos Pirelli en vez de Michelin", critica Yoda. "Dorna debería replantearse su filosofía. Querían reducir costes, pero con la llegada de esta Ducati todo ha cambiado".
La idea de Kawasaki es buena: sacar dos versiones de la ZX-10RR, una asequible y otra destinada a la competición. Esta filosofía podría resumirse en la siguiente frase de Yoda: "RR es el nombre correcto para este proyecto, aunque tal vez haya una RRR". "Será una moto muy especial, edición limitada, y su precio será cercano al máximo permitido de 40.000 euros", explica el ingeniero asiático. "Ducati tiene una imagen más extrema, pero Kawasaki es típicamente japonesa. Existe una gran diferencia entre el estilo italiano y el japonés. En cuarta, quinta y sexta marcha, actualmente perdemos mucho".
Ichiro Yoda no ha querido responsabilizar a los actuales contendientes al título, alabando las facultades de ambos pilotos. "Tenemos a uno de los mejores pilotos, pero él no puede compensar eso. Tampoco queremos que siempre esté arriesgando al máximo, por lo que necesitamos una moto que nos haga ser más competitivos en las rectas. Rea puede compensar cualquier desventaja en otras áreas. Su motivación es muy alta a pesar de las desventajas de este año y, mientras esté motivado, queremos apoyarlo".
Yoda también dedicó halagos a Álvaro: "Quizá él también podría ganar con nuestra moto". "Es un piloto de MotoGP. Está en el mismo nivel que Rea, solo que Jonathan no puede compensar la desventaja que tiene en las rectas".
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