Kenny Roberts comenzó su trayectoria deportiva en 1974, alcanzando el podio desde su primera carrera. El piloto de California continuó durante seis temporadas en el Mundial, ganando el título de 500cc desde su llegada, hecho que repitió durante dos años consecutivos. Sin embargo, dejando a un lado sus tempranos triunfos, el estadounidense dejó huella por algo más: su estilo de pilotaje. Kenny conducía al pleno estilo dirt track, respondiendo a una entrada en curva de lado y saliendo con ella cruzada, acompañándose siempre de un derrape.
Además, estas premisas le convirtieron en uno de los primeros pilotos en servirse de sus propias rodillas para superar las curvas. "Cuando corrí 'dirt track', hice más de 19 carreras al año. Por supuesto que es difícil, pero no sé cómo pueden parar, porque todo el mundo quiere una carrera de MotoGP. Están intentando traer más nuevos talentos a MotoGP, pero es un camino largo. Ninguno ha corrido el mundial antes que yo" razonaba Kenny en relación a posibles fichajes americanos en la categoría reina.Hace ya mucho que no vemos rodar a Kenny Roberts, sin embargo, contamos con un discípulo bien parecido. Estamos hablando de Marc Márquez, el vigente campeón de MotoGP, que, sin duda alguna, sigue la estela del estadounidense. El #93, al igual que Roberts, se hizo con el titulo nada más aterrizar en la categoría reina, y en parte, mucho tendría que ver su estrategia en el asfalto, donde los pasos por curva recordarían demasiado al piloto de California.
En esta línea, se vuelve obligatorio mencionar el domino de Cervera por territorio americano, pues, hasta el pasado Gran Premio de las Américas, el piloto español habría ganado todas las carreras disputadas en MotoGP. Estas razones llevan a Roberts a desarrollar una plena admiración por el #93, confesando sin duda que no existe un rival para el de Cervera. "¿Puede ser batido? Sí, pero va a ser él quien se lo haga a sí mismo. Alguien tendría que dar un paso y presionarle para que cometa un error, y en este momento no veo que eso suceda", concluye Roberts, defendiendo que, para Marc Márquez, el único rival es él mismo.
Artículos recomendados