El mítico equipo Kiefer Racing está en peligro para disputar su temporada en el Mundial de Supersport. Tras un mal año 2019 en la categoría de Moto2, donde Lukas Tulovic solo sumó dos puntos, el equipo tuvo que cambiar de campeonato y probar en el WSSP. En un acuerdo de Jochen Kiefer con DORNA en noviembre, el propio Tulovic y Thomas Gradinger sería los pilotos que llevasen sendas Yamaha Austria Racing Team (YART), para comenzar el mundial a finales de febrero en Phillip Island.
Pero esta semana se ha hablado de falta de presupuesto, que rondaría los 300.000 euros para poder disputar todo el mundial. "Kiefer no tenía el presupuesto juntos", comenta el gerente de Tulovic, Peter Bales, a SPEEDWEEK.com, quien también asesora al jefe del equipo. "Jochen está peleando, pero solo podrá hacerlo dentro del presupuesto si Yamaha y Dorna se unen. Para los patrocinadores, el Mundial de Supersport no es tan interesante como Moto2 o MotoGP: los presupuestos se redujeron parcialmente a la mitad. Como resultado, Jochen naturalmente carece de dinero. Todos los patrocinadores están avanzando, pero no tan alto como antes. Jochen no podría haber sabido de antemano cómo reaccionarían los patrocinadores", explica.Una de las opciones si no se ponen de acuerdo todas las partes es solicitar ayuda, algo que podría no ser tan difícil viendo la grandeza del equipo, que tiene a sus espaldas dos títulos mundiales. Con Stefan Bradl en 2011 en Moto2 y con Danny Kent en 2015 en Moto3. Bales continúa diciendo que no está clara la cuestión, pero Jochen sí que siempre lo tiene. "Desde una perspectiva comercial, esto es comprensible y claro por parte de Kiefer, pero apenas un equipo lo hace. Ese es el quid de la cuestión en este momento, ni siquiera sabemos si Yamaha o Dorna deberían estar a bordo. Pero Jochen no comienza si no tiene todo el dinero por adelantado. Eso es muy serio para los mecánicos, patrocinadores, socios y Dorna", agrega.
Si finalmente no se llega a un acuerdo, los pilotos no tienen apenas opciones. Mientras que Tulovic puede encontrar un asiento en la Copa MotoE, el austriaco Gradinger estaría desempleado, a no ser que su manager, Andi Ledermann, le encuentre un hueco en la Copa Mundial de Supersport. Y el tiempo corre muy deprisa, ya que los primeros test del año empiezan en Jerez el miércoles 22. Además, el presupuesto tampoco permitiría completar las carreras europeas.
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