Leon Haslam volvió el año pasado al Mundial de Superbike después de abandonarlo a finales de 2015 cuando pilotaba la Aprilia, donde finalizó 4º en la clasificación general. Se fue rumbo al Campeonato Británico de Superbike, donde pilotó durante tres temporadas con una Kawasaki del JG Speedfit. En esos tres años hizo wild card con el Puccetti Racing, donde logró subir al podio en Donington Park. Actuaciones como esa, además de ser el Campeón de 2018 en el BSB y la menor competitividad que estaba mostrando Tom Sykes, hicieron que tuviera una oportunidad de volver al mundial en el equipo oficial KRT.
Se convirtió en el compañero de equipo de Jonathan Rea, volviendo así a compartir escuadra, ya que coincidieron en Honda en los años 2013 y 2014. Ambos son muy amigos desde hace mucho tiempo y a priori formarían una gran dupla para 2019, pero Leon no brilló de la forma que se esperaba en un principio. No obtuvo ninguna victoria en toda la temporada, para finalizar 7º en la general con 6 podios.Le temporada comenzaba bien para el en Phillip Island. Tras una pretemporada de menos a más, el británico se hizo con dos terceros puestos, en la segunda carrera y en la 'Superpole Race'. Fueron dos carreras donde estuvo muy cerca de 'Johnny', pero lejos del ganador, Álvaro Bautista, intratable por aquel entonces. Esa podría haber sido la tónica de la temporada, pero como el español ha comprobado, lo que pasa en la primera ronda puede no volver a pasar en el futuro. Y es lo que le pasó al #91, que no volvió al cajón hasta mitad de temporada.
La segunda cita en Buriram fue más difícil, ya que terminó 5º en las tres carreras, lejos de ganar y también del podio. Motorland fue aún peor, terminado 9º y 7º, maquillando el fin de semana en la segunda carrera, cuando peleó el podio hasta el final con Chaz Davies, aunque el galés se llevó el gato al agua. La mala racha se extendió hasta las rondas de Assen, Imola y Jerez, donde no consiguió superar la quina plaza, posiciones adjudicadas mayormente por Bautista, Rea, y las Yamaha oficiales de Álex Lowes y Michael van der Mark.
Fue en Imola, donde a pesar de cosechar su primer 0 del año en la primera manga, consiguió volver al podio, con dos terceros puestos el domingo. En la siguiente cita, en casa en Donington Park, volvió a hacer doblete, con otros dos terceros, en la primera manga y en la 'Superpole Race'. Lo que no sabía es que desde esa 8ª ronda hasta el final del año no volvería a subirse al cajón.
Lo que tampoco sabía es que ya estaba acechando un rival que a priori no contaba con él. El turco Toprak Razgatlioglu, que comenzaba a ser un habitual en los podios y que carrera a carrera le iba comiendo terreno hasta superarle en podios y en victorias, ya que logró dos, para adelantarlo en la general en la parte final superándolo por 34 puntos, con la Kawasaki privada del Puccetti Racing.
Las rondas pasaban y el piloto de 36 años seguía teniendo esos pequeños problemas que le hacían no poder dar ese paso para luchar de tú a tú con los más rápidos. Quizás esas ganas le hicieron pasar factura en forma de caídas, viéndose el Haslam más irregular del año. Por ende los resultados de Laguna Seca, Portimao, Magny-Cours, Argentina, donde se anunció que no iba a continuar, y Losail no fueron los mejores. En Qatar cerró una temporada en el top 5, marchándose de la marca japonesa con 286 puntos.
En mayo, en plena temporada 2020, el de Londres cumplirá 37 años, donde vivirá una nueva etapa en Honda, la tercera en la marca del ala dorada. Con ellos ha logrado 11 podios, pero se le ha resistido la victoria. Veremos si en 2020 la revolucionaria Honda que ha preparado para él y Bautista les hace a ambos volver al triunfo, algo que no consigue la marca desde Nicky Hayden en Sepang 2016.
Es una moto casi nueva, pero tiene gran potencial y seguro llegará muy lejos. De momento en esta pretemporada Haslam ha sabido entender mejor la moto que Bautista, marcando mejores tiempos y quedándose relativamente cerca de la cabeza.
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