Tras el retorno de Maverick Viñales al cajón de honor y varios cambios de personal en la estructura de Yamaha, las apuestas por el garaje japonés han aumentado significativamente con vistas a la temporada entrante. "La carrera de Maverick, o sus resultados con nosotros, más o menos refleja eso: tuvo problemas, estuvo frustrado, pero luchó. Ahora hemos comenzado a hacerlo bien desde el principio. Puedes ver que los resultados de Maverick también están mejorando, y él mejoró en la segunda mitad de la temporada 2019. Fue muy constante", explicó en Speedweek.com.
Durante 2019 Yamaha ha desvelado uno de sus objetivos más laureados: trabajar en una nueva versión de M1, capaz de plantar cara al resto de fábricas punteras. "Lo principal en este momento es eso, más que cualquier otra cosa. Luchamos con la electrónica. Hay muchas cosas que se pueden definir. Ciertamente podemos mejorar nuestro equipo y nuestros procesos de trabajo, pero la electrónica es casi el 100% de la base y de lo que nuestros pilotos se han quejado. Maverick, en mi opinión, es realmente un indicativo para nuestras dificultades técnicas", se recoge en el medio alemán. "Cuando llegó a nosotros a fines de 2016, comenzó muy, muy bien y con mucha fuerza, porque nuestra moto era muy competitiva en ese momento. Ganamos y la moto seguía siendo buena. No habíamos perdido terreno en el momento en que llegó el software y el hardware. Pero luego nos extraviamos y nuestros oponentes se beneficiaron, fueron en la dirección correcta y trabajaron mejor", recuerda.
Uno de los encargados de aportar al box de Yamaha una nueva visión ha sido Takahiro Sumi. "Cambiamos ciertos elementos en la estructura de nuestro equipo, pero no fue tan radical. Fue más un ajuste fino. Si observamos los cambios, podríamos decir que todavía tuvimos problemas en el otoño de 2018, doce meses después las cosas iban mucho mejor, así que estamos en el camino correcto", advirtió. "Perdimos y reemplazamos a Wilco Zeelenberg y Ramón Forcada por dos razones diferentes. Wilco tuvo una gran oportunidad con el equipo de Petronas. Reconocimos esta oportunidad, él necesitaba crecer y realmente era necesario allí, en un equipo completamente nuevo. Fue una ventaja para él, para ellos y para nosotros también", confesó.
Si bien fue una decisión arriesgada, Lin Jarvis considera que fue una decisión correcta. "Fue una muy buena decisión para Wilco. Fue diferente en el caso de Ramón. Ganamos tres títulos mundiales con él como jefe de equipo de Jorge. Nunca hubo dudas sobre su competencia técnica y habilidad, en absoluto. Pero no hizo "clic" con Maverick. Se trata de comunicación, su propio estilo, necesidades, interacción, etc. Así que fue un cambio por una razón diferente", explicó. "Esto nos dio la oportunidad de cambiar y la elección recayó en Esteban García, con quien Maverick ya ganó en el Campeonato del Mundo de Moto3. Su fortaleza era que tenía experiencia en carreras, incluso en la categoría de MotoGP. Pero, sobre todo, tenía esta buena conexión, este buen sentimiento con Maverick. Ese fue un paso importante para resolver estas dificultades de comunicación y mejorarlas en el equipo", expresó
Esto trajo consigo una clara división el trabajo dentro del garaje japonés. "Tenemos también a David Muñoz, quien reemplazó a Silvano Galbusera como jefe de equipo. Al final del día, el equipo consiste principalmente en la mitad izquierda y derecha del box. Por supuesto, trabajamos juntos, pero hay dos grupos de trabajo independientes. Es una oportunidad para un nuevo comienzo y una oportunidad para cambiar la dinámica y la comunicación", concluyó.
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