Jorge Lorenzo sigue buscándose a sí mismo en Honda, una tarea que hasta ahora no le está resultando nada fácil. Carrera tras carrera desea sentirse cómodo encima de la moto, pero no encuentra la solución ante una máquina que le desgasta físicamente.
Es por ello que tras el GP de Italia viajó a la fábrica de Honda en Japón, donde tanto él como el equipo intentaron encontrar una solución efectiva que facilitase el pilotaje del tres veces campeón del mundo de MotoGP. "El viaje a Japón fue muy interesante y pudimos trabajar en muchas cosas. Algunas servirán para este fin de semana y otras para el futuro", declara Jorge en un comunicado.El balear afronta en el GP de Catalunya su séptima carrera con la marca japonesa, después de cosechar malos resultados. Llega a Montmeló después de hacer 13º en Mugello, igualando su peor resultado de la temporada, cuando quedó en ese mismo puesto en Catar, y sin contar el abandono en Austin. Ahora mismo es 14º en el mundial con sólo 19 puntos, a casi 100 de su compañero y líder Marc Márquez. Por todo eso, espera un cambio inmediato y desea que las cosas por fin le vayan bien en Catalunya: "espero que podamos hacer un buen trabajo este fin de semana en Barcelona. También tendremos un entrenamiento después de la carrera, y tengo ganas de que llegue".
Lorenzo se 'consagró' con Ducati en Montmeló
Su pesadilla se repite, aunque lo cierto es que su martirio con la Ducati acabó precisamente hace un año, al llegar a Mugello y Catalunya. Lorenzo tuvo que esperar 24 carreras para ver la victoria con Ducati en el trazado italiano. ¿La solución? Un reposabrazos en el depósito que le llevó hasta lo más alto del podio. Tan sólo tres días más tarde, Honda anunció su fichaje para 2019. Y, posteriormente, consiguió su segunda victoria consecutiva en Montmeló. Unos días de absoluta locura y satisfacción para Lorenzo.
El GP de Catalunya de la pasada temporada significó el renacer del campeón, tras un fin de semana espectacular con pole, victoria y vuelta rápida. De hecho, consiguió el récord de la pista (1:40.021), así como el récord de la pole (1:38.680). Y durante la carrera, Marc Márquez no pudo seguirle el ritmo y acabó a más de cuatro segundos en segundo lugar. De hecho, Jorge lideró todas vueltas menos una. Una experiencia y unos números que el mallorquín tiene en cuenta de cara a este fin de semana.
Montmeló es un circuito que no se le da especialmente mal. Ha ganado en seis ocasiones, cinco de ellas en la categoría reina. Es el segundo piloto con más victorias en ese trazado (6), sólo superado por las 10 de Valentino Rossi. Además, Lorenzo ha sumado cinco poles, tres de ellas en MotoGP.
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