Sin duda, hasta la fecha, la carrera de Portimao ha sido la más dura y complicada para la categoría de Supersport. Todo iba bien, de maravilla de hecho, para Lucas Mahias, que tenía la pole position con un crono de 1'44.588 y toda la confianza del mundo en hacer una buena carrera en la montaña rusa que es el trazado de Algarve.
La cabeza al inicio de la carrera fue para Jules Cluzel, que no lograba completar la segunda vuelta por una caída junto a Sandro Cortese, siendo éste el momento en el que empezaba la locura en Portugal. Desde ese instante, Mahias cogía el liderato de la prueba al acecho de Federico Caricasulo, Kyle Smith y Raffaele De Rosa, que peleaban por el último cajón del podio que finalmente se acabó ganando el británico.Todo parecía ir bien hasta que justo acabando la recta de meta habiendo cruzado ya la línea para comenzar la última vuelta, Lucas sintió que algo no iba como debería, y es que su neumático trasero estaba pinchado, y mientras esto ocurría, la bandera roja en pista se izaba por una caída entre Rob Hartog y Borja Quero que ponía en compromiso el estado de la pista.
Esa caída entre el holandés y el español marcó un antes y un después en la carrera, llegando todos a la confusión de si el ganador era Mahias o Caricasulo, ya que el francés tuvo que volver al box tras la bandera roja con su goma pinchada habiendo caído dos veces antes de hacerlo. En aquel momento se dio por ganador al italiano, siendo Lucas descalificado, pero a día de hoy se ha confirmado por parte del TAS (Tribunal Arbitral del Deporte) que el local de Magny-Cours es el vencedor de la décima ronda del año.
Esto supone un gran cambio en el campeonato, porque antes de la última manga de la categoría de 600, está tercero a 28 puntos de Cortese, sin opciones al título, pero no para el subcampeonato, que se quedará bajo la bandera de Francia si no ocurre nada extraño. Además, Randy Krummenacher llegaba tercero y Lucas le ha adelantado en la general con 160 puntos.
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