Un nuevo capítulo se abre en la trayectoria deportiva de Lucas Mahias, que en 2019 correrá con el Team Puccetti en Supersport a los mandos de una Kawasaki oficial. Por ahora ha podido probar su nueva moto en Jerez, y podrá hacerlo de nuevo en el mismo trazado en enero, siendo la segunda vez para él en el equipo de los verdes. Lucas ha comentado varios temas actuales con un medio local de Francia.
"En realidad habría querido correr con la Yamaha en Superbike, pero no todo ha ido como quería. La propuesta no me iba bien por muchos aspectos, tanto técnicos como financieros. No hemos podido hacer un acuerdo. Sabía que todavía había una Kawasaki en Supersport y quería correr de oficial, este es el verdadero avance. He recibido una buena oferta económica, pero no es todo. Creo que también es una gran historia: cojo el puesto donde estaba Kenan Sofuoglu, con quien he peleado duramente. He podido batirlo en 2017 y ahora estoy en su ex equipo. Creo que viviremos una buena aventura", zanjaba sobre sus opciones antes de cambiar de firma.El francés admite que ha firmado con ellos "porque quieren ganar el Mundial de Supersport", y que a diferencia de otras marcas, "no está en MotoGP, corre sólo en Superbike y Motocross", así que para él sólo es positivo. En 2018 han ganado en Superbikes y Supersport 300, les ha faltado el objetivo de Supersport, así que hay un gran deseo de parte de Kawasaki de ganar este campeonato. Este es el verdadero motivo que me ha convencido de cambiar de casa".
"Era muy importante hacer test en Jerez antes de las vacaciones de navidad, no me habría gustado tener la duda durante todo el invierno. Lo que es cierto es que no buscamos hacer un buen tiempo. Eran muchos parámetros y partes los que había que poner a prueba que no he hecho más de cinco giros seguidos con la misma moto, así que no me exprimí al máximo para hacer el tiempo, y no era el objetivo", concluye respecto a los entrenamientos en la pista andaluza y el parón de invierno.
Análisis a fondo de la ZX-6R
Trata otros asuntos de los test: "Me caí el primer día por una mancha de agua, incidente que condicionó el día entero. El objetivo era coger experiencia, entender y probar todas las piezas que estaban en la lista, para una línea de trabajo para el equipo en invierno. No estaba preocupado por los tiempos, no tengo más preocupaciones de esto y por ahora el primer contacto ha ido bien. Ahora, seguramente, hay muchas cosas que cambiar en mi estilo de pilotaje, porque Yamaha y Kawasaki son completamente distintas", finalizaba.
"El punto fuerte de la Kawasaki para mí es la frenada, tiene una estabilidad increíble. También el tren delantero me ha dado mucha confianza. Todavía no he podido entenderlo completamente, pero tengo la impresión de que tiene claros avances respecto a la R6", aseguraba sobre las diferencias con la Yamaha. "Las dificultades actuales son la velocidad en medio de la curva y también en la salida, pero he hecho pocas vueltas en dos días, necesito tiempo para entender cómo funciona, no es un gran problema. No es una moto para sobrevalorar, y creo que antes de que empiece el mundial tendré alguna evolución para jugar mis cartas".
Terminaba la entrevista dejando claro su posible futuro y su objetivo en 2019: ser de nuevo campeón del mundo. "Veremos a mitad de temporada dónde estamos. Sé que si hago un buen trabajo, tendré mi puesto en Kawasaki para el 2020 y para el futuro. Ahora depende sólo de mí. ¿En qué categoría? No lo sé. No haré nada para subir a Superbike. Correr sin una moto y un equipo que no pueden ganar no me interesa. Por lo demás me habría quedado en el GRT. No vivo para correr en Superbike a toda costa. Prefiero luchar por el título en Supersport que ser décimo en Superbike".
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