Para un deportista de élite como Marc Márquez, tienes que saber cuáles son tus objetivos y labrarte el camino hacia ellos. Así es como introduce sus declaraciones, con una motivación que te ayude a seguir mejorando cada día, ya sea en plena temporada o en pretemporada: "Necesitas un objetivo por el que entrenar, tiene que valer la pena. Pienso en la meta y llamo a los amigos. Por el momento, no suena como entrenar. Pero porque uno de ellos tiene una idea graciosa: hacemos una carrera de ciclismo, jugamos fútbol, tenis... Una vez que la competencia está en juego, hay un objetivo y todos están motivados. Si solo se entrena por el bien de la capacitación, será difícil, especialmente a largo plazo", comentaba el último campeón del mundo de MotoGP.
"Obtienes el mayor equilibrio corporal cuando haces muchos deportes diferentes, mejor cada día uno diferente. El cuerpo debe recibir nuevos estímulos cada día: ayer gimnasio, hoy motocross, mañana fútbol, pasado mañana bicicleta de montaña. Además, una base sólida de resistencia a través de correr, correr en bicicleta y nadar, siempre y cuando mi hombro siga adelante", acababa Marc.Cuando entrena en casa, confiesa que eso "es lo más difícil mentalmente, especialmente en invierno, cuando no se puede hacer nada afuera". "He estado buscando ayuda profesional desde que tenía once años; un entrenador que me dice que tiene sentido estirarse por otros 20 minutos después de entrenar, que me explica lo que trae y me patea el trasero si me descuido", confesaba. "Mi programa de ejercicios sigue estrictamente el pronóstico del tiempo: ¿Mañana llueve? También puedes correr bajo la lluvia. Ciclismo difícilmente sería divertido allí. Y si realmente debe ser el ergómetro en el garaje: ¿Cómo sobrevives?", finalizaba.
Junto con el entrenamiento que lleva a cabo todos los días, añade que "ha estado intentando jugar a PlayStation", y que lo ve bien "para entrenar la concentración". "Puede que no lo consigas, pero tu cerebro funciona cuando juegas a 'MotoGP' o 'Fórmula 1' e intentas conducir exactamente lo mismo en cada vuelta. Dependiendo del circuito, siempre llevo la mejor moto. ¡Y a veces adelanto a mi yo virtual!", bromeaba el piloto español.
Los viajes, cuestión importante del campeonato
"Viajo unos 200 días al año. Ya que necesito una forma de pasar por lo menos un mínimo de programa de acondicionamiento físico, siempre puedes correr en todas partes. Al hacer la reserva le doy mucha importancia al hecho de que el hotel tenga un gimnasio razonable. Realmente no importa cómo se ve la habitación, y de todos modos sólo estoy allí para dormir", terminaba el catalán.
Además, explica su rutina cada mañana: "Hago la primera reunión, por ejemplo, a las 10 para tener tiempo para una hora de entrenamiento por la mañana, incluida una ducha. Por ejemplo, si tengo mi primera cita a las 10 en punto, eso no significa que dormí tanto tiempo, sino que estuve en el gimnasio a las 8:30, haciendo ejercicio, ducharme y desayunar durante una hora". Admite que su truco para el jet lag "es coger el vuelo cuando en el país de destino sea de noche", porque cuando aterriza en Japón por la mañana y tiene que aguantarse todo el día hasta que se acuesta, "corre como un zombi durante al menos tres días".
Un asunto que se ha hablado poco respecto a este deporte son las pulsaciones por minuto de los pilotos en distintos momentos de la carrera: "Son muy altas. Ya en la parrilla, aun si no hago nada, excepto pararme con mi motocicleta entre las piernas, es de 110 o más. Durante los primeros 20 minutos, sube a 150, y en la segunda mitad de la carrera nunca estás por debajo de 180 o 190 latidos por minuto. Cuanto más relajado estoy, mejor conduzco. Algunas veces logré conciliar el sueño en el box antes de la carrera. Los mecánicos casi no podían creerlo", concluye el de Cervera.
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