Marc Márquez llegaba al Gran Premio de Portugal sobre el trazado de Portimao tras una remontada increíble en suelo americano. Parecía apuntar a un fin de semana exitoso para el catalán de la estructura oficial de Honda saliendo desde la novena posición. Pero no fue así. A pesar de haber dominado un viernes en condiciones de lluvia, ninguna de las monturas de Honda, incluida las satélites, pudieron estar compitiendo por cosas grandes. En el caso de Márquez, tuvo muchos problemas y se le veía sufrir mucho a lo largo de la carrera. No estaba pilotando cómodo, lo que provocó que esté retrasado.
El piloto de Cervera sólo pudo avanzar algunas posiciones gracias al incidente de Jack Miller y Joan Mir, donde el piloto de Ducati se llevó por delante al de Suzuki y ambos terminaron en el suelo; y consiguiendo la sexta plaza, justo por delante de su hermano Álex Márquez, al que adelantó en la línea de meta. Muchos problemas para los pilotos del ala dorada que se han visto relegados a pelear por entrar en el top 10 en carrera cuando a inicios de temporada en uno de los equipos referencia de este 2022.
Sobre el fin de semana portugués, Márquez admite no tener el nivel para pelear por ganar. "Sé que todo el mundo espera más de mí, pero no estamos listos para pelear por la victoria", explica el #93. "Hicimos un cambio para la carrera pero no fue suficiente. No tenía velocidad. Intenté construir mi ritmo, pero terminé a 16 segundos de la cabeza", confiesa el catalán que no esconde que actualmente no está en el mejor momento: "Cuando estas en tu momento dulce, todo funciona. Yo no estoy en ese momento y la moto no me ayuda. Estuve luchando con las demás Honda, pero mi objetivo no es ser el primer piloto de Honda", añadía Márquez.
En cuanto a los problemas que tiene este año la Honda, admite que no se encuentra cómodo y que los pilotos de la marca admiten estar cómodos pero el agarre es diferente que en pretemporada. "No es que algo no funcionara, sino que, en general, no estuve cómodo. Muchos pilotos dicen que la moto es cómoda, pero en pretemporada hay mucho agarre en la pista", señala el piloto de Honda, que no es muy optimista a la hora de hablar si podrá la marca nipona dar con la solución a los problemas que tiene ahora mismo la moto: "No sé cuánto me falta para llegar a mi buen momento".
Márquez pudo adelantar al final de la carrera a su hermano menor, consiguiendo así la sexta posición, como parte positiva para un Marc Márquez que tiene como objetivo ser la primera Honda. "En la carrera me lo he pasado bien y he buscado motivaciones. En las últimas vueltas he ido cogiendo a Alex", explica el de Cervera que ve el resultado como bueno pero no como algo que sea normal: "Buscábamos luchar por las cinco primeras posiciones pero estuvimos lejos. Cuando no tienes la velocidad, todo cuesta. Aquí no habría podido remontar como en Austin. Un sexto puesto puede ser bueno puntualmente, pero no como norma".
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