Marc Márquez viaja al Red Bull Ring en estado de gracia. Y es que desde su caída en 'su casa' de Austin, solo ha sabido acabar entre los dos primeros, con 5 victorias en las últimas 7 rondas. Y ahora no le vale relajarse, donde llegan las carreras clave para ver si puede afianzar lo que sería ya su octavo título mundial, sexto en la categoría reina, o por el contrario Andrea Dovizioso puede recortarle distancias.
Sin descanso y después del test posterior al Gran Premio de la República Checa, llega el turno de Austria, donde cada año se ha sentido mejor. "Sin ninguna duda ha sido una vuelta intensa después del parón de verano", comenta. Una vuelta que ha salido perfecta, marcando la pole, la vuelta rápida y la victoria en Brno, liderando de semáforo a bandera.De allí salió muy reforzado en la general, donde le separan 63 puntos con 'Dovi', pero eso ya es pasado y ahora solo se centra en este fin de semana, en un circuito donde aunque ha estado muy cerca, todavía no ha ganado. "Por supuesto, estamos muy contentos por el resultado en Brno pero ahora debemos concentrarnos de nuevo y prepararnos para Austria", declara el #93.
En el test del lunes probaron un nuevo chasis, aunque lo más importante en el el circuito austriaco sea el motor. "El Red Bull Ring es un circuito único que exige mucho de los frenos y de la potencia de la moto", afirma, donde espera cortar la racha de 3 victorias consecutivas de Ducati.
En 2017 tuvo un emocionante mano a mano con Andrea Dovizioso, donde el italiano se llevó el gato al agua en la última curva, y el año pasado el duelo fue con Jorge Lorenzo, donde también le ganó la partida en una carrera aún más apasionante. Veremos que ocurre el domingo. "En el pasado hemos tenido algunas carreras emocionantes allí, así que creo que este año será de nuevo muy interesante", zanja el de Honda. Esperemos que sea así, ya que la emoción este año en muchos circuitos está brillando por su ausencia.
Artículos recomendados