América es el país de los sueños. Así que quizás, allí, Marc Márquez pueda recuperar el suyo. Recuperarlo no sólo porque no ha empezado bien el Mundial, sino porque nunca antes ha llegado a la tercera carrera sin una victoria, mucho menos sin un podio, y porque, al hilo, lleva sin ganar desde el día en que se proclamó campeón del mundo. Por todo ello, ahora, es cuando mejor encarna el sueño americano.
En Austin, próxima cita mundialista, es amo absoluto. Absoluto porque es el único ganador de la pista, que el próximo domingo cumplirá la media década, presentándose como el punto de inflexión perfecto para sentirse Márquez de nuevo: "Después de la carrera de Argentina, estoy feliz de ir a una pista que amo tanto como Austin, aunque habría preferido llegar allí en mejor posición. De todos modos, comenzamos otro fin de semana de carreras y vamos a dar el 100% para intentar conseguir nuestro primer podio esta temporada".
Las miradas, aunque Viñales sea líder del campeonato con dos victorias, están puestas en el de Honda. Desde que comenzó en MotoGP, nunca nadie le ha ganado en suelo americano. Además, ya no sólo es el ganador absoluto en Austin sino que ganó tres veces en Indianápolis y una en Laguna Seca, en la que fue la última carrera de la categoría reina en el mítico circuito. Siempre que se ha corrido en Estados Unidos, ha ganado Márquez. Es un teorema único que podrá descubrir cómo de fuerte regresa el de Cervera.
La condición de Marc Márquez en los trazados americanos no es casual, pues son pistas que se adaptan a su estilo, con un diseño que encaja a la perfección con su pilotaje. No por nada es de sus citas preferidas: "Tengo grandes recuerdos de Austin, y para mí es uno de las mejores citas del calendario. Me gusta el diseño de la pista, ya que tiene muchos tipos diferentes de secciones y cambios de elevación. También me encanta el estilo "americano", con todos los aficionados disfrutando del deporte y la diversión en la pista, así que volvamos a la acción y veamos cómo va allí". Esta es su respuesta, la acción. Y con suerte, gracias a ella, la victoria: la firma del regreso de Márquez.
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