Marc Márquez tuvo que conformarse de nuevo con un podio en el Gran Premio de San Marino tras una gran lucha con sus grandes enemigas: las dos Ducati de Jorge Lorenzo y Andrea Dovizioso. Ya en la clasificación tuvo una tarea difícil ya que tuvo una caída aparatosa en la que se le rompió la visera e incluso le entró una pequeña piedra en un ojo, con la que no pudo hacer más que clasificar quinto en parrilla.
"He ido súper concentrado todas las vueltas. En carrera luchar contra las Ducati es difícil. Una vez que vi que Dovi se había ido, mi objetivo era terminar el segundo. Iba justo, pero Jorge iba igual que justo que yo", señalaba Márquez acerca de la carrera.Además, aunque Dovi suba posiciones él sigue recolectando puntos como una hormiguita: "Hemos aumentamos la ventaja, ya son 67 puntos. "Menos mal que las Ducati se han despertado tarde; bueno, espero que sea tarde. Pero no solo la moto, también los pilotos están aumentando el nivel, pero va bien porque también es un toque de atención para el año que viene", admitía el catalán.
A pesar de que el tandem Honda-Márquez funcione tan bien, admite que tienen que mejorar: "Margen tenemos poco ya. Mañana tenemos un test, nos quedamos a entrenar. Probaremos alguna cosa, esperemos que alguna funcione. Pero si no, creo que tengo armas suficientes como para defenderme y atacar en algunos circuitos". Así mostraba sus ganas de dar guerra en los próximos grandes premios el actual líder del mundial de MotoGP.
La próxima cita es en MotorLand Aragón, tercer GP de España y el que precede a la gira asiática, por el que Marc comenta que no es que sea una "carrera clave", pero "será importante intentar ganar". "Voy a salir el viernes a por todas, y según como vaya el fin de semana arriesgaré más o menos el domingo", zanjaba el de Cervera.
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