Los de Qatar no han sido sus mejores entrenamientos. Y esta, tampoco su peor pretemporada si se echa la vista atrás tan solo un año. A estas alturas en 2016, Marc Márquez llegaba al arranque del Mundial en una situación mucho más complicada que la actual, de la cual, pese haber cuajado un último test bastante accidentado para él, en el que se ha ido al suelo hasta en un total de cinco ocasiones, tres de ellas en la última jornada pero afortunadamente todas sin consecuencias, saca unas conclusiones positivas.
"No ha sido nada nuevo. Ha sido un día en el que nos ha salido todo al revés en cuanto a las caídas. Por la mañana he salido y ya tuve un 'shimmy', me quedé sin freno me fui a la grava y me caí, aunque de forma leve. Pero ya por la tarde antes de hacer la simulación de carrera he tenido otra caída. Y haciendo la tanda larga he tenido que apretar a fondo para ver dónde estaba el límite y hasta dónde podíamos aguantar, y he cometido un error yo, ha sido culpa mía sobre todo en la última caída", explicaba Marc.Una vez más, las caídas, han sido consecuencia de una búsqueda. Su propia búsqueda particular en la que el fin, no es otro que encontrar el límite. Un límite, que no es la primera vez -ni tampoco será la última-que lo ha llevado a besar el asfalto aunque también, según él, en Losail las condiciones del trazado son un factor que puede favorecer el que te vayas a la grava : "En este circuito el límite es muy crítico, y las caídas son un poco fruto de las condiciones en las que se disputa este test".
Obviamente, tanto para él como para Honda no ha sido un buen test en general, pero teniendo en cuenta que se encuentran en un circuito en el que ya saben que se enfrentarán a dificultados debido al tipo de curvas además de la larguísima recta, el terminar con una desventaja inferior a la de la pretemporada anterior es un punto a favor para tener en cuenta: "Este año estamos mejor que el pasado en la pretemporada. Aquí en 2016 de ritmo estábamos a 7 décimas de Lorenzo, y ahora estamos mucho más cerca de Viñales".
La diferencia con el tiempo de Maverick Viñales, que ha sido el referente a lo largo de todo el invierno, ha sido de 660 milésimas, algo preocupante si se tratase de rodar a una vuelta pero que sin embargo, no preocupa al ilerdense ya que en cuanto a ritmo, cree que pueden ser competitivos: "Al final no podemos estar contentos porque no ha sido el mejor test de la pretemporada, pero no estoy del todo descontento. De ritmo estamos bastante bien. Hay un piloto que está por delante en este circuito, Maverick, pero nosotros no estamos mal, estamos ahí para luchar. A una vuelta me ves el 10 y parece que no esté, pero de ritmo estamos bastante bien, la verdad".
De cara al arranque del mundial, que verá encenderse el semáforo en este mismo trazado el próximo 26 de marzo, Marc se muestra optimista y capaz de luchar por subir a un cajón del podio: "Aquí veo a Viñales un punto por delante de todos. Nosotros estamos listos para luchar por el podio".
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