Marc Márquez ha cerrado un gran fin de semana en el Chang International Circuit. El piloto de Cervera superó ayer el contratiempo de tener que pasar por la Q1 tras una caída al final del FP3 haciendo la pole, siendo el primero que lo consigue llegando desde tal ronda de la clasificación, y hoy pudo resarcirse de sus duelos anteriores con el piloto al que le ganó su sexto Mundial, Andrea Dovizioso, para llevarse el Gran Premio de Tailandia y enfilar el camino a Japón, la ronda local de Honda, donde puede alzarse con su séptima corona si suma dos puntos más que su rival italiano.
Poco más le podía pedir el #93 a la cita de Buriram, a pesar de que al término de la carrera admitió la dificultad del reto que tenía por delante. Y es que el mayor de los Márquez Alentà declaró que en la batalla por la victoria con el de Ducati estaba afectado por esas derrotas previas al día de hoy en el mano a mano, como las de Austria o Japón en 2017, o Qatar este mismo año.Así explicó Márquez la situación: "He hecho un 'Dovi style'. Me había ganado tres veces así. No he afrontado la última vuelta con la confianza al 100%, porque había perdido todos los duelos con Ducati y lógicamente te afecta. Pero esto te da moral. He puesto todo al rojo y ha salido bien".
"Durante la carrera he tirado cuatro vueltas, he visto que no podía marcharme y he cortado en la recta. Quería atacar cuando quedaban ocho, pero iba al límite detrás de Dovizioso y decidí esperar a la última vuelta. En la curva 12 no sabía qué pasaría. He decidido que quería llegar primero ahí a falta de tres vueltas. Cuando quedaban siete tenía claro que lo iba a pasar en la curva 5, por eso no lo hice antes en ese punto, para no enseñarle las cartas. Había riesgo, pero sabía que cerraría en otros sitios", siguió.
Finalmente, se refirió a la cita de Motegi de dentro de dos semanas y a sus opciones se seguir haciendo historia en el Mundial: "Afrontaré el fin de semana igual que este, y si tengo que arriesgar hasta el último metro lo haré. Este fin de semana la motivación me la han dado los japoneses. Tenían ganas de contar con la primera bola de partido en Japón. Veremos si podemos conseguirlo, pero nunca se sabe. Lo importante es que quedan cuatro careras para hacerlo. Hay muchos factores y puede pasar de todo".
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