Hegemonía, supremacía, superioridad... o lo que es lo mismo en Sachsenring: Márquez y el resto. No hay otra manera de definir la puesta en escena del piloto de Cervera en este circuito durante las últimas siete temporadas.
Y es que el binomio pole-victoria es el elemento más representativo del español cada vez que pisa las inmediaciones del trazado germano. Esa es la receta exitosa que repite cada año y, por el momento, el primer paso para repetir hábitos ya está dado. Tres temporadas en MotoGp, tres poles.Mejor tiempo para el catalán (1:21:160), que ha terminado a cuatro décimas de diferencia de la sorpresa positiva del fin de semana hasta el momento, Héctor Barberá, que saldrá desde el segundo cajón, aunque no la es la única. Petrucci y Pol Espargaró, cuarto y quinto, respectivamente, han dejado entrever que sus motos satélites darán que hablar en carrera.
Todo en contra para Lorenzo
Sin embargo, la sorpresa negativa la ha protagonizado el segundo clasificado del Mundial, Jorge Lorenzo. Los antecedentes no eran buenos y el mallorquín, consciente de ello, ya había mostrado su preocupación antes de montarse a lomos de su Yamaha. Preocupación que ha mutado en nerviosismo e inseguridad con tres caídas: una en los primeros entrenamientos libres, la segunda en la Q1 y la tercera en la Q2.
A tener en cuenta, que ninguno de los revolcones ha significado lesión alguna, por lo que la undécima posición desde la que saldrá el mallorquín se antoja una alegría más que una decepción por las dificultades mostradas para rodar rápido durante el viernes y el sábado - que la M1 se descuelgue a la Q1 da que pensar-. En la misma línea negativa se ha mantenido Dani Pedrosa, décimo, que no ha aprovechado el nuevo refuerzo en forma de chásis que su equipo le ha proporcionado.
Por su parte, Maverick Viñales, cuyo rendimiento en los entrenamientos libres invitaba a soñar con verle de nuevo en la primera línea de carrera, sólo pudo obtener el sexto mejor crono. A pesar de todo, la meteorología mañana puede ser la jueza de carrera, ya que la lluvia amenaza con ser una invitada no deseada para unos, y bienvenida para otros.
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