Tras proclamarse Campeón del Mundo por 7ª vez en el pasado Gran Premio de Japón, Marc Márquez todavía no da por zanjada la temporada y no piensa en regalarle nada a nadie en las pocas carreras que quedan para finalizar la temporada 2018. Con su sexta pole de la temporada, Marc sabe que conseguir una nueva victoria en Phillip Island no será ningún camino de rosas:
"Lograr el mejor tiempo de hoy ha sido difícil, especialmente porque era complicado entender cuándo era el momento correcto de ir al máximo. La lluvia fina que caía no era lo suficientemente intensa como para mojar el asfalto, pero cuando ves gotas en la cúpula y en la visera, en esta pista asusta un poco. En cuanto me he dado cuenta de que ya no chispeaba, he hecho una vuelta lo bastante buena para lograr la pole. En estos momentos creo que puedo ir rápido y estar cerca de los de delante, pero sinceramente no me siento todo lo cómodo que me gustaría.Hemos podido mejorar a lo largo del fin de semana y nuestra mentalidad siempre es positiva, pero no sabemos qué esperar de la carrera de mañana. Hemos visto muchas caídas y la meteorología es muy inestable. La elección de neumáticos será importante, porque deberemos entender que no es una situación de todo o nada, sino que todavía quedan en juego los títulos de constructores y equipos y, si no podemos ganar, deberemos luchar por el podio".
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