Tras una semana de descanso, el Campeonato del Mundo de Motociclismo vuelve a la actividad con el Gran Premio de Gran Bretaña. La cita se celebrará, como viene siendo habitual desde 2010, en el histórico trazado de Silverstone, enclavado en territorio inglés. La combinación de climatología y fin de verano suele traducirse en lluvias e incertidumbre, haciendo de Silverstone una de las carreras más emocionantes de la temporada.
En los últimos años, hemos podido ver luchas en grupo con protagonistas sorprendentes. Así, Mavercik Viñales ganó su primera carrera en la categoría reina en 2016. Pilotos como Valentino o Dovizioso también saben lo que es ganar allí en los últimos años. Sin embargo, si hay alguien a quien números no le respaldan, ese es Marc Márquez.El piloto de Honda no se sube a lo más alto del podio británico desde aquel mágico 2014, acumulando retiradas y sufriendo por entrar en el podio (con escasa fortuna). La cancelación de la pasada edición debido al mal drenaje del asfalto no nos permitió ver el rendimiento de Marc con las nuevas RC213V, haciendo difícil establecer un pronóstico sobre su posible actuación.
El vigente campeón del mundo reconoce que este no es uno de sus puntos fuertes, donde "hemos tenido algo de mala suerte en el pasado". Sin embargo, Márquez también tira de hemeroteca para afrontar el fin de semana con positivismo. "Espero que podamos hacer una gran carrera en Silverstone. Esta temporada estamos demostrando que somos mucho más fuertes en circuitos en los que no lo éramos, así que me siento bien para el fin de semana".
Si hay un nexo que une a todos los pilotos, ese es el asfalto. Tras el desastre del año pasado, el circuito de Silverstone a reasfaltado la pista. Sin embargo, esta todavía ha dejado dudas al paso de la F1, con puntos "peores condiciones que el año pasado", en palabras del piloto de Renault Daniel Ricciardo. "Veremos cómo es el nuevo asfalto, porque siempre ha sido una pista bastante bacheada, y por supuesto tendremos que ver qué tiempo hace", determina el piloto de Honda. Márquez deberá hacer frente a un envalentonado Dovizioso, contra el cual perdió el pasado Gran Premio de Austria en la última curva.
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