Una de las novedades de MotoE es el equipo dirigido por Fausto Gresini, que también tiene estructuras en las otras tres categorías. Matteo Ferrari, uno de sus dos pilotos de motos eléctricas, ha hablado de su actualidad y su futuro: "Empecé a estar en contacto con Fausto porque me habría gustado hacer el mundial de Moto2, pero ya tenía contrato con [Sam] Lowes y sólo una moto a disposición. De todos modos, me ha propuesto iniciar una colaboración partiendo de MotoE, que me pareció muy interesante. Tiene una gran visibilidad, algo muy importante para mí en este momento, además me permite entrar de nuevo en el ámbito del mundial", comentaba el italiano.
Por otro lado, señalaba que lo importante "son los resultados", pero también el hecho de que Fausto "ya le ha comentado la posibilidad de tener una segunda moto en Moto2 el año que viene", confesaba. "Tengo que pensar en ir fuerte, en ese caso será más fácil encontrar una solución: este año será un trampolín importante para cumplir el sueño y volver al mundial. MotoE es mi primer objetivo esta temporada, pero me gustaría continuar también con las motos de gasolina", añadía Matteo. "Estoy buscando una solución con Gresini, en cualquier caso creo que continuaré en el CIV Superbike o en el FIM CEV Moto2. Esta última opción es más posible, dado que un año de aprendizaje puede ayudarme".Continuando con el tema de su futuro, adjunta que le habría gustado mucho seguir en Superbike, pero en este momento la categoría no está en su mejor momento y es difícil conseguir una moto y un equipo competitivo, es más fácil quedarse fuera y encontrar una estructura que no está en condiciones de apuntar a las posiciones delanteras, como ocurre en muchos campeonatos: "Ya he pasado dos temporadas complicadas, así que ahora es momento de elegir equipo y categoría en las que lo puedo hacer bien".
La forma de conducir una MotoE varía mucho en cuanto a las de gasolina, y Ferrari lo afirmó: "Obviamente se pilota muy diferente dado que no tiene marchas y el freno motor funciona de forma distinta, es un nuevo mundo. Impone un pilotaje fluido: bajo este punto de vista quizás se parece un poco a una Superbike, pero se acerca mucho a una Moto2", admitía. "El límite es obviamente el peso, pero es normal, tienen que desarrollar la batería y reducirlo. Desde fuera parece muy difícil de pilotar, pero en realidad no es tan diferente de una moto de verdad".
Junto con el pilotaje, el peso siempre es muy importante en una moto, sobre todo a la hora de entrar y salir en las curvas. "Pueden haber problemas en las primeras curvas, pero esto sucede en todas las categorías. Quizás con el peso más hay que estar más atentos para evitar contactos, pero no creo que sean grandes problemas para la seguridad", zanjaba el piloto italiano.
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