Después de un año de problemas para la fábrica nipona, parece que Valentino Rossi y Maverick Viñales pueden ver la luz al final del túnel, también junto con el trabajo que está realizando Franco Morbidelli en el equipo satélite con la Yamaha M1 2019 exactamente igual que la de su jefe. Las alegrías comenzaron en la gira asiática de la recién acabada temporada, y desde ahí todo ha sido una línea ascendente de mejoras.
Ya en los test de Valencia se pudo ver a un Viñales con mucha determinación liderando los primeros entrenamientos de pretemporada 2019, con Rossi noveno en la combinada de los dos días en el Circuit Ricardo Tormo. No obstante, en Jerez están notando la mejoría de las demás fábricas como Honda o Ducati, que se mantienen en las posiciones delanteras antes de que los del Movistar Yamaha decidan con qué motor seguir trabajando."Más o menos la decisión está tomada, pero tenemos que revisarla. Por mi estilo de pilotaje, me gusta el que tiene un poco más de freno motor. Me ayuda a girar en la curva, que es lo que me faltaba el año pasado. Todavía necesito estar al 100% seguro. Creo que al final en Yamaha deberían elegir con el que voy rápido. Para Malasia no hay tiempo. Hay que tomar la decisión aquí. Por eso quiero estar muy seguro", comentaba Maverick sobre la importante decisión que tienen que tomar.
Además, Viñales está convencido de que sus comentarios "son muy claros": "Luego depende de Yamaha y de mí decidir qué motor. Creo que estoy dando buenos comentarios, respuestas claras. Estoy haciendo buenas vueltas. Estoy contento de que finalmente el motor funcione mejor en la entrada a curva, que es donde más me faltaba el año pasado".
"Hemos tratado de dar vueltas para ver el camino que tomamos para el año que viene. No solo a una vuelta, sino en ritmo de carrera. Estoy bastante contento porque mejoramos los tiempos del año pasado, lo que significa que es un paso adelante. Hemos trabajado en el ritmo de carrera porque sufrimos mucho el año pasado. Mantuvimos el mismo neumático durante 30 vueltas", zanjaba el de Roses, que tiene una mentalidad positiva en los segundos test de invierno.
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