Maverick Viñales ha sido el primer piloto de la parrilla de MotoGP en mover ficha. Cada vez los contratos se van firmando antes y 'Mack', antes de probar la nueva M1, ha decidido renovar para la marca de los tres diapasones para 2021 y 2022. Ambos confían en que la nueva moto es mejor y que podrán luchar de tú a tú con el gran rival, Marc Márquez. Y más con la ayuda que le puede dar el nuevo test rider Jorge Lorenzo, quien a pesar de no coger la Yamaha desde 2016, conoce muy bien la que considera su 'moto ideal'.
El primer test oficial del año está al caer. Este mismo viernes Viñales espera con ansía que tenga más velocidad punta y mejor frenado, condiciones imprescindibles para ganar más carreras. Sabe que Márquez y las Ducati serán muy veloces, pero cree que puede estar en la pomada. "Pero para el campeonato será muy difícil porque Marc está en un nivel muy alto y Ducati es muy rápido. Pero tenemos la oportunidad de estar allí y ganar carreras", comenta el piloto de 25 años.El principal punto de mejora es la velocidad máxima, y es que el año pasado la YZR-M1 fue la cuarta marca más rápida, por detrás de Honda, Ducati y Suzuki. Trabajan para ganar alrededor de 5 km/h, sin perder los puntos fuertes como el chasis. "Al ganar unos pocos kilómetros por hora, podremos aprovechar la estela de las otras motos", declara para MotorSport Magazine. Además, con la presencia de Michele Gadda y, a partir de este año de Marco Frigerio, la electrónica ya no será el problema principal.
Maverick explica lo que debería de hacer si la velocidad máxima sigue siendo un hándicap. "Tenemos que frenar muy tarde para compensar nuestra falta de velocidad máxima. Si tienes una moto rápida, puedes conducir más fácilmente, con más calma y tiene la oportunidad de estresar menos los neumáticos", declara el #12. "Por el momento tenemos que frenar mejor. No soporto la misma carga en el neumático trasero de los otros tipos de Yamaha, así que no puedo parar de la misma manera", añade.
Y hay otro apartado donde desea mejorar, y son las salidas. El catalán se queja que sus gomas están condicionadas por la carrera de Moto2, algo que a los demás pilotos Yamaha no les ocurre. "La adherencia en la carrera siempre es diferente de la práctica, así que necesito entender cómo adaptar mi estilo de conducción. Desde hace algún tiempo también ha estado trabajando mucho en el comportamiento mental, para manejar mejor las situaciones de estrés y dificultad", admite, por eso ha pasado todo el invierno en Qatar preparándose al 100%. "Este último invierno que he pasado en Doha también ha servido para este propósito", zanja.
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