Finaliza la decimoquinta prueba del calendario para los pilotos del Campeonato del Mundo de MotoGP, con un Marc Márquez que se lleva desde Tailandia su octavo título mundial y añade una victoria más a su cuantioso palmarés. Mientras tanto, el rookie principal de la categoría, Fabio Quartararo, le ha disputado el primer puesto al campeón hasta el último suspiro.
A poca diferencia (1.380+) con respecto a los dos pilotos de cabeza se encontraba Maverick Viñales, quien no ha sido capaz de mantener el ritmo impuesto tanto por Quartararo como por Márquez desde que se apagó el semáforo. Y es que el piloto del Monster Energy Yamaha MotoGP no se sentía del todo cómodo desde los primeros compases de la carrera y por ello se ha tenido que conformar con una merecida tercera posición: "Hoy ha estado difícil, tenía muy poca tracción en el neumático de atrás y he sufrido mucho. He tratado de concentrarme y de encontrar la mejor manera de pilotar la moto para intentar cogerles", reconoce.Aun así, el piloto de Rosas se ha mostrado contento tras la carrera en trazado tailandés, donde ha logrado su sexto podio de la temporada y su cuarto tercer puesto en el presente año: "Al final vamos consiguiendo podios, cosa que está bien, pero tenemos que dar un salto. Debemos mejorar, el equipo tiene que mejorar un poco la tracción y entonces tendremos la posibilidad de ganar carreras", hecho que tan sólo ha tenido la oportunidad de disfrutar en una ocasión esta temporada, en el circuito de Assen.
A pesar de enfrentarse constantemente a numerosos problemas con su YZR-M1, Viñales reconoce que el futuro de la fábrica nipona pasa tanto por él como por el piloto francés, quienes se encuentran actualmente marcando la diferencia en ambas estructuras de Yamaha. "El futuro nunca se sabe, al final tendremos que escoger lo que sea mejor para cada uno. Lo que está claro es que en estas últimas carreras estamos haciendo la diferencia, estamos entendiendo bien lo que necesita la moto". Por otro lado, asegura que también su equipo debe encontrar una forma para aumentar su confianza, concretamente en el inicio de las carreras, "necesitamos solo cuatro vueltas, después de esas cuatro vueltas estamos ya listos para luchar por la victoria".
"El futuro nunca se sabe, al final tendremos que escoger lo que sea mejor para cada uno"
Alejado del campeonato, en cuanto a su futuro más cercano, el piloto catalán pasa por tamiz su adaptación a la Yamaha a pesar de considerarla opuesta a su estilo de pilotaje. "Está claro que es totalmente contraria a mi estilo porque soy frenador y de acelerar rápido, entonces tengo que ir siempre en contra de mi naturaleza, pilotando siempre pensando y eso te frena un poco". Aunque no duda en reconocer que la moto funciona bien y con la que es capaz de ser constante, lograr podios y sacarle el mejor rendimiento a la moto.
Por lo pronto, la próxima cita de la temporada se disputará a partir del día 18 de octubre en el circuito japonés, continuando con la gira asiática.
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