Con los test de Malasia ya en marcha, el chasis PBM de Michael Laverty y su motor Aprilia estaban esperando con ansia la centralita electrónica capaz de darle el rendimiento de competición a una moto todavía en fase naciente. Con más problemas de los esperados, el test real para el equipo comenzó el último día a las 2 de la tarde, cuando la ECU Magneti Marelli fue instalada con éxito junto al motor Aprilia, combinación que ya permitió dar un total de 43 vueltas a Michael Laverty.
Así lo narraba el propio piloto de Irlanda del Norte en lo que está suponiendo su inclusión en MotoGP: "Cuando llegué a pista pensé que por fin esta moto se sentía como una montura de carreras. La respuesta del acelerador se sentía normal y pude trabajar muy duro durante la prueba. Aunque por desgracia el tiempo empezó a correr, al final la moto se empezó a sentir muy bien y pudimos empujar hasta exprimir el chasis, que era uno de nuestros objetivos".
"Cuando tienes una moto nueva tienes que hacer las primear vueltas con furia para ver sus límites. Sin embargo encontrarnos a siete décimos de segundo de la moto ART que usé en la primera prueba es un dato muy bueno, creo que el potencial que hay es importante y la moto puede ser realmente buena" finalizó Michael Laverty.
Expectativas
El piloto de 31 años de edad, nautral de Toomebridge, fue más allá en sus reflexiones y comenzó a marcarse los primeros objetivos de cara a este 2013 después de su larga etapa en el Británico de SuperBikes: "Todo el mundo espera que nos tomemos un tiempo con este proyecto, pero el potencial está ahí. Creo que podríamos tener opciones de poder luchar con los mejores pilotos CRT este año".
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