Como en casa, en ningún sitio. Tras una gran temporada 2015 en el Red Bull KTM Ajo en la categoría pequeña en la cual logró un brillante subcampeonato, Miguel Oliveira regresa en 2017 al que fue su equio por aquel entonces. Una complicada temporada de debut en Moto2 a lomos de la Kalex del equipo Leopard dejó con mal sabor de boca al piloto portugués, quien asume el reto de llevar el mando en el desarrollo del nuevo proyecto de KTM, fábrica que esta temporada desembarca en la categoría intermedia de la mano de la empresa de suspensiones White Power.
El inicio de esta nueva andadura ha sido de lo más positivo para el piloto portugués. A lo largo de las tres jornadas de test celebradas en el circuito de Jerez la pasada semana, Oliveira logró la tercera posición en la clasificación combinada, quedándose a pocas décimas de Álex Márquez, dominador de los entrenamientos. Tras esta toma de contacto, el portugués ha desentrañado las claves de este novedoso proyecto en una entrevista para el portal Motorsport.com.
Miguel Oliveira ha enaltecido el punto de partida del cual parten esta temporada en cuanto a desarrollo. "La pasada temporada KTM hizo un gran trabajo de la mano de Ricky Cardús y de Julián Simón, lo cual ha hecho que nos llegara una buena moto", reconoce el portugués, quien afirma que, en comparación a la Kalex que condujo la temporada pasada, la KTM no presenta grandes diferencias. El hándicap principal al que tendrán que enfrontarse es la falta de datos de la moto, lo cual impide predecir qué rendimiento tendrá en cada trazado.
La nueva Moto2 sigue la filosofía de la Moto3 que ya condujo Oliveira en 2015, lo cual le está facilitando la adaptación al portugués. "Se trata de una moto muy ágil, fácil de frenar y de meter en curva, similar a la Moto3", describe. Oliveira, además, aplaude el buen trabajo realizado conjuntamente con la marca de suspensiones White Power. Tanto KTM como la marca de suspensiones trabajaron conjuntamente en la construcción del nuevo chasis, lo cual supone "una ventaja cada vez que introducimos cualquier modificación".
En cuanto a objetivos de cara a esta temporada, Oliveira se muestra cauto. Aunque la base sea buena, en Moto2 prima la igualdad. Los pequeños detalles marcan la diferencia. De ahí que Miguel Oliveira no quiera marcarse ninguna meta. "Es complicado marcarse objetivos ahora. Los test siempre son poco indicativos, hay mucho tiempo para poner la moto a punto y los pilotos afinan mucho su pilotaje. En un fin de semana de gran premio tienes que trabajar en menos tiempo", comenta Oliveira, quien concluye afirmando con optimismo que confía en que, "con el trabajo realizado, estaremos cerca de los primeros".
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