El Gran Premio de Alemania ha dejado grandes carreras en el recuerdo de los aficionados a lo largo de los años. Sin embargo, hay una que tardará años en ser olvidada. Se trata de la carrera de 250cc del año 2005, en la que Dani Pedrosa dio un recital de pilotaje ante la afición alemana para vencer, con siete segundos de margen, en Sachsenring. Tras el piloto español subieron al podio Álex De Angelis y el que fue compañero de equipo de Pedrosa en aquellos años, Hiroshi Aoyama.
No solo por la impresionante victoria de Dani Pedrosa en territorio alemán permanece en la memoria colectiva esa carrera. También es recordada por la polémica en la que se vio envuelta en su momento y que solo avivó la rivalidad, que se extendería a lo largo de algunos años más, entre Pedrosa y Jorge Lorenzo.El piloto de San Marino, Álex de Angelis, Jorge Lorenzo y el argentino Sebas Porto, estuvieron muy fuertes durante todo el fin de semana. Tanto que Dani Pedrosa no fue el más rápido en ninguna de las sesiones de entrenamiento del viernes ni del sábado. El de Castellar del Vallés se mantenía en un segundo plano, pero sin alejarse demasiado de las primeras posiciones. Sin embargo, en el Warm Up previo a la carrera, Pedrosa sacó sus armas y volvió al frente de la tabla de tiempos; eso sí, con Lorenzo a su caza para intentar arrebatarle el récord de precocidad de la victoria en la categoría intermedia.
Álex de Angelis partía ese domingo desde la pole position. Dani Pedrosa lo hacía a su lado, segundo, y Jorge Lorenzo junto a ellos, en tercera posición. Tras la salida, Pedrosa se encontraba rodando en cuarta posición cuando Lorenzo, en un intento por pasarle, le tocó en la parte trasera de la moto y se fue al suelo. Como consecuencia, uno de los tubos de escape de la Honda que pilotaba un Dani Pedrosa de 19 años resultó dañado, tanto que incluso se llegó a dudar que pudiera terminar la carrera.
Nada más lejos de la realidad. Tras el incidente, Pedrosa bajó hasta la quinta posición. Sin embargo, una vez repuesto del susto, volvió al ataque. Alex de Angelis, Andrea Dovizioso, Hiroshi Aoyama y Sebastian Porto, que rodaban por delante de él, no fueron rivales a la altura del talento del piloto de Castellar del Vallés.
Con el escape colgando, fue adelantándolos uno a uno hasta que, pasadas seis vueltas desde el toque con Lorenzo, Pedrosa ya estaba al frente de la carrera. Rodando en primera posición, comenzó a escaparse poco a poco, demostrando que era uno con aquella Honda azul, para desesperación del resto de pilotos de la parrilla del cuarto de litro.
Dani Pedrosa cruzó la bandera a cuadros en primera posición y completamente solo. Un recital más de pilotaje del piloto catalán. De Angelis terminó a más de siete segundos del Samurái y Aoyama, a once. Pedrosa se marchaba de Alemania con un colchón de 50 puntos de ventaja sobre el segundo, Casey Stoner.
Cruce de declaraciones
En el parque cerrado, Dani Pedrosa afirmó que sintió que alguien le había tocado pero que no sabía quién había sido. "He notado que alguien me golpeaba por detrás y casi me caigo. He notado que todo volvía a su sitio y, cuando he mirado para atrás para ver los daños que tenía en la moto, he visto que el escape izquierdo se había torcido y en las curvas rozaba el suelo. Hasta que no he llegado al parque cerrado no he sabido quien me había tocado", afirmó el piloto español.
La otra cara de la moneda era la reacción de Jorge Lorenzo. El piloto mallorquín estaba muy enfadado al terminar la carrera de forma prematura. "Un error lo puede cometer cualquiera, pero no perdono la poca humildad y el poco respeto a los demás cuando Dani dice que alguien le ha tocado por detrás. Desde el primer segundo sabía que era yo. No me quería dejar pasar porque sabía que iba rápido", declaró el mallorquín.
Esta fue la quinta victoria de la temporada para Dani Pedrosa, y con ella igualaba en número de primeros puestos a Álex Crivillé. Todavía le quedaban por ganar tres carreras más ese 2005, una de las cuales le daría el segundo título de Campeón del Mundo de 250cc. Y todavía tenía muchas más victorias por celebrar, hasta llegar a las 54 que tiene en su palmarés en el Mundial de Motociclismo y que lo convierten en uno de los pilotos más laureados de la competición.
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