No es algo novedoso tener en el mismo campeonato a varios pilotos que comparten apellido. En el caso de los hermanos Márquez, contrasta la fortuna de Marc, que encabeza el mundial de MotoGP, con la de su hermano Álex, que está protagonizando un año difícil en la categoría de Moto2.
Álex Márquez debutó en el circuíto de Jérez como piloto de la categoría de 125 cc. (equivalente a la actual Moto3) hace cuatro años. Después de estar tres temporadas en esta categoría, se proclamó campeón en el 2014 de Moto3, lo que le ha servido de empujón para subir a Moto2, dónde se encuentra actualmente. A pesar de haber sido campeón en una ocasión con el equipo Estrella Galicia, y de haber tenido una buena trayectoria en otras temporadas peleando en Moto3 junto a pilotos que ahora corren al lado de su hermano Marc, como Viñales y Rins.
Desde 2015 no ha levantado cabeza, no ha podido acercarse al top 10 en el mundial. De hecho, se sitúa actualmente en el vigésimo puesto, pero no se conforma. Álex parece compartir con Marc una de sus virtudes, la persistencia. Álex hablaba así en la revista italiana Corriere dello Sport "El año pasado, las espectativas autoimpuestas eran demasiado altas, cuando veía a pilotos como Marc y Viñales pienso "yo puedo hacer eso" ahora tengo que concentrarme en mí y no mirar lo que hacen los demás. Lo estoy intentando, para volver a ser tan rápido como cuando gané el título de Moto3".
Recuperación
A pesar de los últimos resultados, decepcionantes para el piloto, sabe que puede hacerlo mejor. Y, aunque todavía no está listo para subir de categoría y compartir pista con Marc, tiene como objetivo superar los tiempos que le permitieron ser campeón en Moto3, como ha demostrado en las dos últimas carreras. Parece estar encaminado ha mejorar sus resultados habiendo conseguido un quinto puesto en República Checa, quedando por delante de Morbidelli quien va sexto en el mundial.
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