La temporada 2016 del Mundial de Motociclismo en la categoría de Moto3 parece haber sido escrita por el mismísimo William Shakespeare. Si para el prestigioso escritor la vida era espectáculo, la pasada campaña ha tenido todo tipo de tintes para hacer que el espectador y aficionado se quede pegado a la pantalla, teniendo batallas en pista y sobre todo, manteniendo vivo el mercado de fichajes en el paddock.
Sin lugar a dudas, la temporada ha sido más apretada y sobre todo, bonita que se recuerda en los últimos años. Los pilotos han dado un paso adelante en su evolución, aunque cabe destacar que han afinado un pilotaje exquisito, incrementando el nivel de la categoría canalla. En la pequeña pero acogedora familia del paddock hay espacio para las amistades, pero en la pista, las relaciones personales con el resto de contrincantes se olvidan, sacando a relucir de que está hecho cada uno.Donde pone el ojo, saca una estrella, que tiene que pulir y extraer sus cualidades con una técnica y dedicación exhaustiva. Este es el caso de Brad Binder, que desde que se puso a las manos de Aki Ajo la evolución de piloto sudafricano ha sido realmente significativa. Eso está presente tanto en su actitud en la pista, donde presenta un pilotaje frío, calculador pero sobre todo meditado, como tras las cámaras que retransmiten la actividad en pista.
El joven piloto de 21 años ha sido el claro dominador de la temporada. Sabía que si quería dar el salto el próximo año a la categoría intermedia debía hacerlo por la puerta grande. No le servía estar en medio de la tabla, con un claro pensamiento de querer ganar todas las pruebas del calendario, el de Red Bull KTM AJO lo hizo sin ningún tipo de miramiento.
Desde principio de temporada ya demostró de lo que era capaz de hacer. La templanza era su particular característica, donde consiguió en las primeras tres carreras un segundo puesto y dos terceros. Pero no fue fruto de un espejismo, puesto que desde el primer momento el piloto que lleva el dorsal número 41, ha dominado la mayoría de entrenamientos libres con mano de hierro, manteniendo la concentración hasta el último instante.
Uno de sus puntos álgidos de la temporada no fue otro que el Gran Premio de España en el mítico trazado de Jerez de la Frontera, siendo la primera cita del calendario en terreno europeo. Le fue indiferente partir desde la 35ª plaza, sabía lo que tenía que hacer y le sobró tiempo para hacerlo. Ni la sanción por llevar durante la clasificación un software no homologado ni la presión de partir desde la última plaza de la parrilla teniendo que remontar si quería puntuar pudo con él. Y fue precisamente en esa cita cuando su lado más competitivo cobró vida, haciendo que la frialdad del campeón fuera palpable en el ambiente dando un auténtico recital sobre la pista, con adelantamientos imposibles hasta alcanzar la primera plaza, y con ella, la victoria.
Desde esa cita el sudafricano estuvo imparable, no había nadie que fuera capaz de hacerle bajar de las posiciones de podio, con un pilotaje muy cuidado y sobre todo, perfeccionado vuelta tras vuelta, como si fuera sobre raíles. Binder consiguió hacer el resto de la temporada haciendo unos resultados que hablaban por si solos, aumentando en cada Gran Premio del calendario que restaban en la temporada su confianza sobre la montura de KTM.
El campeón del Mundo de 2016 de la categoría pequeña ha podido completar el año igualando récords que parecían inquebrantables, puesto que consiguió el mismo número de victorias en Moto3 que el desaparecido Luis Salom, con un total de siete triunfos. Pero no ha sido esto lo más llamativo. Su regularidad le ha hecho sumar un total de 319 puntos de 450 que estaban en juego, o lo que es lo mismo, generó y logró más de un 75% de los puntos que estaban en juego. Por otro lado, subió al podio en 14 ocasiones, que teniendo en cuenta que se disputaron 18 pruebas puntuables, finalizó de media en tres de cada cuatro pruebas entre los primeros.
El pupilo de Aki Ajo seguirá confiando en su mentor. Tal es así, que tras demostrar en la presente temporada lo que es capaz de hacer sobre la moto, el próximo año subirá al equipo vencedor del mundo en las dos últimas campañas, teniendo de compañero de equipo a Miguel Oliveira, que vuelve a fiarse del finlandés.
Artículos recomendados