Un nombre: Joan Mir. Dos letras: J y M. Dos países: España y Reino Unido. Una marca: Honda. Y un gran ausente: Italia. En estos cinco datos se resume el podio de Moto3 en Qatar, donde terminaron Joan Mir, John McPhee y Jorge Martín, por ese orden. Tras una carrera en grupo, que no terminó de romperse hasta las últimas curvas donde Mir consiguió abrir el hueco suficiente para evitar ser sobrepasado en la recta, España se apuntó un tanto con el balear a la cabeza.
Un talento tardío
El de Joan Mir no es un caso al uso. El mallorquín tan solo lleva la mitad de su vida montando en moto, desde que tenía 10 años. Tres de ellos, si contamos 2015, cuando disputó una sola carrera como wild car en Valencia, participando en el mundial de Moto3. Desde que llegó al campeonato del mundo ha estado bajo el paraguas del Leopard Racing, donde ya brilló en 2016, consiguiendo puntuar en 13 de las 18 carreras disputadas y coronándose como 'Rookie del año'. Su candidatura a líder de la categoría para el año siguiente ya estaba presentada.
En un mundo donde la mayoría de pilotos casi aprenden a acelerar antes que a andar, Mir destaca por haber descubierto su talento más tarde que los demás. A pesar de intentar participar en varias ocasiones en la Red Bull Rookies Cup, el español no lo consiguió, por lo que su experiencia en competiciones internacionales se reduce al mundial de Moto3. Sin embargo, su talento ha superado a sus limitaciones, llevándole a conseguir en Qatar su segunda victoria mundialista -la primera fue la pasada temporada en Austria, en su primera campaña completa en Moto3- y colgándose con ella la etiqueta de favorito.
Italia 0 - 1 España
Moto3 llegaba a Qatar sin cabeza, sin el líder que Brad Binder fue en 2016. El sudafricano consiguió el mayor logro para su país desde que Jon Ekerold fuese campeón de 350cc en 1980, y lo hizo con tal autoridad que su marcha a Moto2 dejó a la categoría pequeña sin capitán. Pero las banderas no necesitan nombres, y por cantidad y calidad de pilotos, todos los dedos apuntaban a dos países: España e Italia.
Los tests oficiales de pretemporada acabaron con Nicolò Bulega como el más veloz en Jerez y Juanfran Guevara en Losail, con varias pruebas privadas entre medias que confirmaron el duopolio de los dos países con más tradición sobre dos ruedas. Sin embargo, todo lo sucedido en pretemporada tan solo fue la base de lo que estaba por llegar: la carrera de Qatar volvió a recordarle a todos los aficionados que la categoría de Moto3 es la escuela donde los más listos de la clase se llevan la mejor tajada.
Losail abrió, una vez más, las puertas de un mundial de motociclismo que tuvo a un primer protagonista inesperado: la lluvia y su continúa amenaza, que incluso obligó a cancelar las clasificaciones del sábado. Sin embargo, ni los caprichos de un desierto golpeado por el cambio climático acabaron con las ganas de los más jóvenes del mundial, que, como es costumbre, subieron el telón al primer domingo de carreras del año.
Se apagó el semáforo por primera vez en 2017 y empezó la batalla. Rápidamente se formó un grupo cabecero con 12 pilotos luchando por las posiciones del podio. La primera plaza no duraba más de una vuelta en manos de nadie, mientras los adelantamientos se sucedían en cada curva y, especialmente, en la infinita recta. Los 1068 metros de la recta delantera del Losail International Circuit son el caldo de cultivo perfecto para una categoría igualada y peleada a partes iguales. Sin embargo, hacia el final de carrera, una bala azul y blanca empezó a mostrar autoridad sobre los demás. Joan Mir "lo tenía todo controlado", y así lo demostró: el mallorquín se puso en cabeza en la vuelta 11, pasando primero por la línea meta desde entonces y hasta el final. Para conseguir, decidió, a falta de varias curvas, apostarlo todo a la victoria y rodar al límite con el objetivo de abrir hueco y evitar que sus perseguidores le superasen con la ayuda del rebufo. Y así fue, impuso su ley, convencido de la posibilidad de ganar saliendo en cabeza de la última curva, y se apuntó la primera victoria del año.
Con la victoria del '36' llega, además, otro trofeo: el que España se adjudica frente a Italia. Los ragazzi no pudieron estar a la altura en Qatar, donde nombres como Enea Bastianini o Nicolò Bulega brillaron por su ausencia, siendo Romano Fenati el primer italiano en quinta posición. En la cara opuesta de la moneda, y además de los hombres del podio, nombres como Juanfran Guvera, Arón Canet o Marcos Ramírez se dejaron ver en el grupo delantero. No obstante, en el top10 encontramos a cuatro pilotos españoles y cuatro italianos, por lo que la batalla que los ibéricos se han apuntado en Qatar es solo la primera de un combate que se extenderá hasta Valencia.
KTM 0 - Honda 5
El otro marcador de la carrera fue para los constructores. La principal novedad de la parrilla de Moto3 en esta nueva temporada fue la aparición de numerosas monturas Honda en detrimento de KTM, que hasta ahora acumula tres de los cinco campeonatos que se han disputado en esta categoría (Moto3 sustituyó a 125cc en 2012).
Honda cuenta en 2017 con 15 pilotos por los 9 de KTM (otros cuatro montan Mahindra y dos, Peugeot). A pesar de que la pretemporada dejaba más dudas sobre el posible dominio de una de las dos marcas e invitaba a pensar en una pelea continua, la marca japonesa se impuso de manera autoritaria en Qatar: los cinco primeros clasificados en la carrera son pilotos Honda, mientras que KTM solo acumula tres representantes en el top10. El resultado difiere mucho de lo sucedido hace un año en el mismo escenario, cuando el top10 estuvo formado por cuatro KTM, cinco Hondas y una Mahindra. La marca alada parece haber dado un paso adelante en el desarrollo de las 250cc que montan los más jóvenes del campeonato, plantando cara a los austriacos, quienes dominaron en 2016 gracias al hegemónico papel de Brad Binder.
Del 12 al 2
El país invitado a la fiesta fue Reino Unido, con John McPhee como estandarte. El piloto del British Talent Team, creado para ser una vía de entrada de talentos ingleses al mundial, arrancó desde la décimo segunda posición de la parrilla, remontando diez posiciones para acabar en el podio. En las últimas cuatro vueltas flirteó entre la segunda y la tercera plaza, superando finalmente al tercer J.M. (Jorge Martín), que cerró las posiciones de honor.
A pesar de los puntos sumados por los pilotos, el vencedor absoluto de esta carrera no es otro que el motociclismo. Los 96.8 kilómetros, repartidos en 18 vueltas, que los pilotos de Moto3 regalaron a todo el que estaba mirando son más que la victoria de Mir o la pole position de Jorge Martín, resultan en algo más grande que la rivalidad entre españoles e italianos, y engrandecen algo más que los nombres de los jóvenes a lomos de las Honda y las KTM de 250cc. Hacen crecer a la afición. En número y en conocimiento, obligándoles a olvidar banderas y números para disfrutar de una sola cosa: la esencia de las dos ruedas.
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