Tras el catastrófico accidente de Luis Salom durante el pasado Gran Premio de Catalunya de 2016, el trazado se modificó a mediados del fin de semana, con tal de evitar la curva en la que el piloto perdió la vida.
En aquella ocasión, se tomó la decisión de adoptar el trazado que cada año realizan los monoplazas de Fórmula 1. Este año, sin embargo, se creó una nueva chicane diseñada específicamente para el mundial de motociclismo.En gris, puede verse la curva original, que completa la mítica silueta de Montmeló, por la que siempre se pasaba en los grandes premios de motociclismo. El trazado blanco es en el que se adoptó la pasada temporada, tras el accidente de Salom, y en el que compiten cada año los Fórmula 1. El amarillo, sin embargo, supone el nuevo y provisional trazado que se había diseñado este año para MotoGP, Moto2 y Moto3.
Pese al intento de la organización de crear un nuevo trazado que fuese tanto seguro como divertido, parece que nadie ha quedado contento con el mismo. Jorge Lorenzo ya se quejó de la nueva chicane entre las curvas 14 y 15 tras realizar un test privado en Montmeló hace poco más de dos semanas. Para el piloto mallorquín, la solución parecía precipitada y hacía que el circuito catalán perdiese todo su encanto.
Tras el primer día de rodaje en el Circuit de Catalunya, pilotos como Maverick Viñales, líder del mundial, no han dudado en mostrar su descontento. Y es que, por lo que parece, además de ser "más aburrida" que el trazado original, la nueva chicane no ayuda a la seguridad del circuito.
Tras una reunión que ha tenido lugar tras los entrenamientos del viernes, la Comisión de Seguridad ha decidido cancelar los cambios en la chicane y dar marcha atrás. De tal forma, el nuevo trazado desaparece y vuelve a dejar paso al utilizado en 2016.
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