No corren tiempos fáciles en Suter. Ese 2010 donde, de la mano del malogrado Shoya Tomizawa lograron, en Qatar, la primera victoria de la historia de Moto2, las temporadas 2011 y 2012, las más gloriosas de su historia en Moto2, cuando de la mano de un joven Marc Márquez lograron un subcampeonato y un campeonato, quedan lejos, muy lejos. Desde entonces, su importancia en la parrilla ha ido disminuyendo a marchas forzadas, hasta el punto de desaparecer por completo la temporada pasada. El auge de Kalex, quien monopolizó la parrilla casi en su totalidad en 2016, eclipsó al resto de fabricantes, puesto que Speed Up también tuvo que lidiar con la falta de interés por parte de los equipos en sus chasis.
La fábrica suiza, la cual tiene en su palmarés un total de 32 victorias y un Mundial, se vio obligada a dar un paso atrás. Conscientes de que su producto ya no era lo suficientemente competitivo, optaron por prepararse para regresar con más fuerza y crear una moto atractiva e interesante para que los equipos recuperaran el interés en ellos. Para ello, la empresa dirigida por Eskil Suter recurrió a pilotos como Ricky Cardús para desarrollar un prototipo que les permitiera volver al Mundial con garantías de ser competitivos y pasar página tras unas temporadas complicadas.
Las tareas de desarrollo fueron fructíferas, y algunos equipos, a mitad de la temporada pasada, ya empezaron a tantear el terreno de cara a equipar su chasis para la temporada 2017. Uno de los equipos que más interés mostró fue el Dynavolt Intact. A pesar de los buenos resultados que estaban logrando de la mano de Jonas Folger, decidieron darle una oportunidad al chasis suizo. Un test celebrado en Cheste a mitad del Mundial, en el cual el propio Folger se puso a los mandos de la Suter, dejó muy buen sabor de boca en el seno del Dynavolt, que finalmente se decidió a equipar dicho chasis de cara al 2017.
Con este movimiento, el regreso de Suter al certamen que tantos éxitos le dio en el pasado ya era un hecho, y de la mano de uno de los equipos de referencia del Mundial, lo cual supone un valor añadido para Suter. La apuesta del Dynavolt dio sus frutos, puesto que el Kiefer Racing también decidió darle la oportunidad a Suter para el 2017. Uno de los factores que más influyó en esa decisión fue la llegada al equipo alemán del piloto suizo Dominique Aegerter, uno de los pilotos a los que históricamente se le ha dado mejor la moto suiza, como ya demostró años atrás, especialmente en 2014, cuando logró en Sachsenring su primera victoria en el Mundial, así como la última victoria del fabricante suizo.
Dynavolt Intact GP
De los dos equipos que esta temporada equiparán chasis Suter, sin duda, el que tiene más faena por delante es el Dynavolt Intact GP. En lo que va de pretemporada, ni Sandro Cortese ni Marcel Schrotter han logrado brillar especialmente. Recientemente, en los test de Jerez, la dupla alemana obtuvo unos resultados algo discretos, siendo Cortese vigésimo tercero y Schrotter vigésimo sexto. Ambos pilotos, acostumbrados a pilotar un chasis Kalex a lo largo de su trayectoria en la categoría intermedia, están teniendo que aclimatarse a marchas forzadas a una moto más complicada de poner a punto.
En los años que ha estado en el Mundial, Suter ha demostrado ser una moto con mucho potencial, pero complicada de afinar en la puesta a punto, al contrario que la Kalex, una moto más segura en este aspecto y que permite explotar su límite con más facilidad que la suiza. El camino que tienen tanto Schrotter como Cortese por delante es largo y quizá algo tortuoso, pero la recompensa puede ser grande en un futuro.
Kiefer Racing
El panorama está siendo muy distinto en el otro equipo Suter, el Kiefer Racing. De la mano del veterano Dominique Aegerter y del campeón del mundo de Moto3 en 2015 Danny Kent, de momento, la pretemporada está siendo razonablemente productiva, especialmente para el piloto suizo. Los resultados hasta ahora son esperanzadores. Dominique Aegerter llevó su Suter hasta una interesante cuarta posición, mostrándose constantemente en las primeras plazas y quedándose a escasas cuatro décimas de Álex Márquez.
En el otro lado del garaje, Danny Kent, quien el año pasado sufrió de lo lindo con una Kalex que no se adaptó a su estilo de pilotaje, ha visto en la Suter un soplo de aire fresco. En Jerez, el británico se aupó al Top-10. Más allá del resultado, lo mejor para Kent fue la diferencia respecto al liderato. Solo siete décimas le separaron de Márquez. El punto de partida para ambos pilotos es bueno. A partir de ahora, tocará consolidar las buenas vibraciones mostradas hasta ahora.
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