Takaaki Nakagami está demostrando ser todo un acierto por parte de Honda. Los japoneses, tras varias temporadas en la categoría intermedia luchando por las posiciones delanteras (y ganando carreras), decidieron depositar un voto de confianza en la gran esperanza nipona, dándole una plaza en el equipo de Lucio Ceccinello con la segunda Honda del box (de la temporada anterior). Su apuesta, polémica y arriesgada, está comenzando a dar sus frutos con los notables resultados que está consiguiendo el joven piloto asiático.
Nakagami concluyó su temporada debut como el tercer mejor rookie, con 33 puntos y una 6ª posición (en el Gran Premio de Valencia) como mejor resultado, llegando a entrar en la Q2. La increíble carrera de Valencia dio una tremenda alegría a todo el equipo satélite, paliando la tristeza que supuso la ausencia del lesionado Cal (y, consecuentemente, la pérdida del título de pilotos privados). Sin embargo, al japonés aún le queda cuerda, y así lo ha venido demostrando en los primeros test de pretemporada.
El piloto de Honda firmó en Valencia el 8º mejor tiempo de la clasificación combinada, a poco más de medio segundo de Viñales, y en la primera jornada de los test de Jerez se colocó 3º en la clasificación, a solo 0.380 segundos del primer clasificado. Pero la bomba aún estaba por llegar, y es que Nakagami consiguió marcar el mejor tiempo de la segunda jornada de test en Jerez, siendo asimismo el mejor registro de la clasificación combinada (1:37.945). Pese a los buenos resultados obtenidos, Nakagami mantiene los pies en el suelo. "No estoy sorprendido. En los test de invierno nadie empuja como en un fin de semana de Gran Premio, tampoco yo lo hice. En esta situación siempre resulta difícil entender el nivel del resto de pilotos, porque todos hacen un trabajo diferente".
Debido a su contrato, Takaaki pilota la moto de la temporada anterior, y en estos test le ha tocado subirse a la Honda que hizo campeón a Márquez en 2018, algo que califica como muy positivo. "Por supuesto que todo esto es positivo. Probé la moto de 2018 en Valencia, y desde el primer momento tuve buenas sensaciones. Lo que más me gusta de la moto es el motor, no tanto porque tenga más potencia sino porque tiene unas mejores prestaciones. Es más dulce a bajas revoluciones y también puedo ser más constante, solo tenemos que ajustar el set up de la electrónica, pero estamos trabajando en la dirección correcta. Me estoy divirtiendo y con esta moto todo es más fácil, incluso mantener un ritmo alto. Todavía tenemos que mejorar la estabilidad en la frenada. Hoy nos centramos en la tracción y probamos diferentes amortiguadores".
Los cambios dentro del box van más allá de la montura, ya que Nakagami contará en 2019 con un nuevo ingeniero de pista: Guiacomo Guidotti. El técnico italiano cuenta con sobrada experiencia en el mundial, habiendo trabajado con Hernández en el Pramac y con Pedrosa las últimas dos temporadas. Guidotti sustituye en el box del LCR a Ramón Aurín (quien también había sido técnico de Pedrosa). "También estoy muy contento de tener una relación laboral con Giacomo Guidotti. Estamos empezando a conocernos y ya trabajamos bien juntos".
En los aspectos negativos de todos estos cambios, Nakagami destaca el hecho de que será el único piloto en pista con la Honda de 2018, tras la compra del Estrella Galicia 0,0 Marc VDS por parte de Petronas y su posterior cambio a Yamaha. "Tal vez eso no ayude. No podré ni siquiera comparar los datos con los otros pilotos, pero en este momento solo estoy centrado en mi trabajo. Creo que con esta moto podré apuntar al Top 10, incluso algo mejor en ciertas pistas, como aquí, en Jerez".
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