Marc Márquez es campeón del mundo. Aterrizaba en Japón con una, solo una, opción de serlo. Valentino Rossi y Jorge Lorenzo debían "colaborar" para que el de Cerdenyola pudiera proclamarse por tercera vez mejor piloto en la categoría reina del motociclismo mundial.
Lo cierto es que el fin de semana se puso complicado desde el mismo aterrizaje en suelo japonés. Valentino Rossi lograba la pole y él solo podía ser segundo. El 99, por su parte, quedaba tercero después de una aparatosa caída. Las cartas estaban echadas. Había que intentar ganar y esperar posibles errores. Era una utopía porque es complicado que de los tres pilotos que logran las tres primeras plazas de una parrilla solo acabe uno.Pero ocurrió. Estaba escrito en el destino que Márquez iba a lograr la quinta un dieciséis de octubre de dos mil doce. A miles de kilómetros de su casa y tras miles de kilómetros recorridos sobre dos ruedas. El niño que soñaba con ser cómo Dani Pedrosa, ha conseguido lo que el 26 no ha hecho nunca: ser campeón del mundo de MotoGP. Y no lo ha hecho una, lo ha hecho tres veces. Es más joven que cuando Valentino alcanzó la triple corona y que cuando lo hizo Jorge Lorenzo. Es, sencillamente, un piloto de otro mundo, nacido, seguramente en Marte, en Júpiter o en Saturno. El gen Marc, que es único y que convierte lo imposible en algo al alcance de las manos humanas.
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? Raul Yeste (@Raulyeste) 16 de octubre de 2016
Adiós a las opciones de Alex Rins
La otra apuesta del fin de semana para la armada española era la de Alex Rins. El piloto nacional, necesitaba ganar para seguir recortando puntos a Johann Zarco aunque las cosas se torcieron desde los primeros entrenamientos libres. Y es que las sensaciones que iba transmitiendo el piloto de mono amarillo no eran del todo buenas. De hecho, al acabar la clasificación tuvo que conformarse con el vigésimo segundo lugar en la parrilla.
El Gran Premio de Japón adquiría un tinte épico de los que gustan a los pilotos. Pero no iba a ser el día de Rins. Más bien todo lo contrario. Fruto de la ansiedad propia de quién se está jugando un mundial, intentó arriesgar más de la cuenta y un fallo de concentración le hizo irse al suelo. Zarco, por su parte, entraba segundo en la línea de meta dejando sin opciones, prácticamente, de mundial al que podría haber sido el segundo español campeón de la temporada.
Moto3: El subcampeonato en juego
En la hermana pequeña del motociclismo, el domino de Brad Binder ha sido tan incontestable como el de Marc Márquez. En juego, por tanto, queda el subcampeonato, con Jorge Navarro en liza apurando sus opciones de ser el primero de los mortales toda vez que el campeón de la categoría parece tener un dominio completamente incontestable.
De este modo, la victoria de Bastianini le deja en una posición ideal para ocupar el segundo cajón del podio. Y es que el hecho de que Jorge Navarro no sumara ningún punto le dio una noticia de doble vertiente. La primera es que superaba al español en la lucha por esa segunda plaza de la clasificación. Y la segunda es que ahora tiene una ventaja importante, toda vez que veintiún puntos a falta de solo tres carreras, es una distancia demasiado sideral.
En definitiva, las cosas comienzan, a falta de solo tres carreras para que la temporada eche el cierre, a clarificarse. Solo queda por saber quién se colocará a la izquierda de Marc Márquez en la tradicional foto que se hacen los tres campeones de sus respectivas categorías en Cheste, Valencia.
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