La hora de la verdad ha llegado. Los ciclos están presentes en todo momento en el Mundial de Motociclismo. No importan los resultados que has logrado en el pasado. Lo más importante es el aquí y ahora. La máxima "eres tan bueno como tu último resultado" está más presente que nunca. Algunos pilotos y equipos están intentando encontrar la forma de salir del atolladero en que se han metido. Pocos lo han logrado pero los que lo han hecho han sacado el máximo partido a su resurgir en medio de la desesperación.
Yamaha es especialista en estos casos. El último año de la firma de los diapasones ha sido para olvidar. Los problemas con la selección del motor hicieron que los dardos envenenados cruzaran de un lado al otro del garaje y la tensión fuese incrementándose. La desconfianza estaba presente.Los resultados no llegaban y las ganas de tirar la toalla estaban cobrando cada vez más fuerza. El cruce de declaraciones en el equipo provocó que a mitad de la temporada desde la cúpula entonaran el 'mea culpa'. Yamaha había tocado fondo, más bajo no podía caer, tenían que sacar fuerzas de donde no las había para crear una estructura potente en todos los sentidos.
Una restructuración con aires de grandeza
Dos caras visibles han volado del nido de Yamaha. Dos hombres de confianza del equipo japonés, de aquellos que saben hasta el último y más ínfimo detalle. Su futuro, pese a muchas ofertas, seguirá estando vinculado a Yamaha. No obstante, nada seguirá siendo igual, cualquier parecido con el pasado será pura coincidencia.
Una de las bajas más importantes estará en el lado del garaje de Maverick Viñales. El cruce de declaraciones y las graves acusaciones por ambas partes han hecho que Ramón Forcada haya tenido que buscar un futuro mejor en el nuevo equipo satélite de Yamaha. Un choque de trenes sin precedentes en el interior de uno de los equipos que más presumen de reinar la paz en su garaje. Pese a todo, en el equipo tienen un duro trabajo por delante, puesto que la comunicación interna parece ser uno de sus problemas más importantes. Forcada afirmó que se había enterado por la prensa que no iba a continuar con el de Roses.
El de Roses tendrá caras nuevas en el equipo. Viñales no dudó en hablar con una de las personas que mejor le conocen en el paddock de MotoGP: Esteban García con el que ya trabajó en su etapa en Moto3. Se trata de un movimiento arriesgado, puesto que García lleva años sin trabajar con el español y pese a que haya una gran amistad y complicidad entre ellos, se enfrenta a una montura totalmente desconocida para le.
En el otro lado del garaje la cosa no anda mejor. Valentino Rossi no podía más. Una de las mejores combinaciones durante años en la parrilla llegaba a su fin. El italiano consideraba que con Silvano Galbusera no podría continuar hacia adelante, que no progresaban y se quedaban estancados. Galbusera seguirá vinculado con Yamaha, igual que sucediera con Forcada, recaerá en la escudería Petronas Yamaha SRT.
Una temporada que promete emociones fuertes
En Yamaha han escuchado al olvidado. Maverick Viñales reclamaba un poco de atención. El español afirmaba ni corto ni perezoso que el problema estaba en el motor que habían escogido. La normativa no permitía a Yamaha a recular y solo podían jugar con la aerodinámica y la configuración de la moto. Este año han escuchado a ambos pilotos por un igual y ambos han coincidido en el mismo motor.
Los resultados son alentadores. Yamaha vuelve a estar delante en trazados que históricamente le han ido mal. Maverick Viñales ha logrado ser el piloto más rápido en los test de Qatar y Valentino Rossi ha estado entre los cinco primeros. En un trazado de velocidad punta y de fuertes frenadas, que normalmente no es algo que le vaya bien a Yamaha. Evidentemente son unos test y todo el mundo se guarda algo.
En Yamaha no dan todo por contado. Se muestran inseguros y los pilotos son los primeros en expresarlo. Valentino Rossi ha destacado que la moto se mueve mucho, especialmente en aceleración, algo que le preocupa excesivamente. Por su parte, Maverick Viñales señala el mismo aspecto que su compañero de equipo, el agarre trae por el camino de la amargura a Yamaha. La firma de los diapasones es una de las que más sufren en condiciones de baja temperatura y será importante saber gestionar estas situaciones.
La cuenta atrás ha llegado a su fin. Los focos de Qatar iluminarán el camino a la primera victoria del año. En Yamaha respiran aliviados pero no dan nada por hecho. Por delante tienen 19 carreras en las que tendrán que superar los problemas que se vayan encontrando. No hay tiempo que perder, en la fábrica lo saben y lo más importante es llegar en perfecto estado al domingo, que es cuando se reparten los puntos.
Artículos recomendados