Sin lugar a dudas, uno de los pilotos que sale más beneficiado de Montmeló es Miguel Oliveira. El portugués, 2º en carrera, pudo meterle un zarpazo a la clasificación general del campeonato, quedándose a tan solo un punto de Pecco Bagnaia (quien solo pudo ser 8º).
Su ritmo en carrera y, especialmente, sus salidas (que recuerdan a las de Dani Pedrosa, ganando muchas posiciones antes de la primera curva) le han valido la victoria en Mugello y el segundo puesto de hoy en Barcelona, unos resultados que, sumados a los respectivos 4º y 8º puestos cosechados por Bagnaia, le han catapultado a los primeros puestos de la general.Sin embargo, algo falla en la ecuación ganadora del portugués: las clasificaciones. Y es que Oliveira solo ha partido entre los 10 primeros en dos de las siete citas que llevamos, siendo ya habitual verle en mitad de parrilla. Hoy salía nada más y nada menos que desde la 17ª posición. Sus malas sesiones clasificatorias añaden épica a sus remontadas domingueras, aunque a él no le chista salir tan retrasado: "No me gusta mucho hacer las cosas así. La verdad es que cojo muchos riesgos, no es la manera en la que debemos continuar. El equipo está trabajando duro para mejorar el rendimiento de la moto en la QP y en eso nos centramos".
"Ha sido una carrera muy positiva. Aquí era importante no perder demasiados puntos y, finalmente, terminamos recibiendo otros veinte para la clasificación general. Estoy muy feliz porque obtuvimos un buen resultado para el equipo después de un fin de semana muy duro." Pero Oliveira no se confía; sabe que en estos GP la suerte jugó un papel importante en sus gestas, y que debe solucionar sus problemas en QP para hacerse con el título: "Aunque hemos estado haciendo las cosas bien hasta ahora. La temporada es larga y debemos ser consistentes, por lo que el equipo está trabajando para encontrar una solución".
El piloto también tuvo palabras sobre el incidente post-carrera con Corsi, en el cual le arroyó en la frenada de la primera curva: "Cuando crucé la línea de meta, en la vuelta de honor, saludaba a los fans y no tenía las manos en el manillar. De repente, sentí que me habían golpeado por la espalda. Afortunadamente, nadie resultó herido". Un extraño incidente que pudo terminar en tragedia.
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