Opinión: Ducati tiene el nivel y molde de campeón

Ducati es un fabricante ganador, no se nos puede olvidar. Lejos queda 2007 y aquella GP7 que Casey Stoner llevó al título de MotoGP. Tan cierto es que esa moto fue la obra maestra de la marca de Borgo Panigale en la categoría reina del Motociclismo como cierto es que sólo Casey Stoner la pudo llevar regularmente al podio. De hecho, en aquella temporada en la que el talentoso piloto australiano consiguió nada más y nada menos que 13 podios y 10 victorias, su compañero Loris Capirossi sufrió para poner su '65' una vez en lo más alto del podio, con tres posiciones más de privilegio.

Y es que Ducati, hasta en la victoria, es un fabricante peculiar. Muy pocos son capaces de hacer una moto ganadora -fiel a la esencia de la marca- y con las mismas y tras la salida de Stoner caer en el ostracismo absoluto. La llegada de Valentino Rossi desató tanta pasión en los 'Ducatistas' como dolor de cabeza en los ingenieros. El chasis de la GP11, la forma de construirlo y en general la filosofía evolutiva de la marca chocaron con el pensamiento del astro italiano. Quizá la peculiaridad con la que ambos se mueven en los circuitos no eran compatibles. Los genios no suelen entender a otros genios.

Nueva era

En cualquier caso, Ducati ha entrado en una nueva era y aunque nunca se pueden focalizar los éxitos o los fracasos en una sola persona, la llegada de Gigi Dall'Igna ha dado un vuelco en Borgo Panigale. El técnico italiano, ex Aprilia, ha conseguido poner el gen competitivo en Ducati. No quiero decir que antes no existiera, sino que más bien lo ha despertado. Y lo ha hecho desde dos puntos. El primero, la inteligencia; el segundo, el trabajo continuado y sin grandes alardes. Dos ingredientes que se han cruzado en la nueva GP15.

Y es que Ducati ha tomado las decisiones pertinentes desde la llegada de Gigi Dall'Igna. Pasó a ser el único fabricante con características 'Open'. Disfrutó de un mayor número de litros de combustible que en un principio ni aprovechaban pero sobre todo en 2014 gozaron de la goma superblanda, lo que les permitió estar en primera fila en varios Grandes Premios. A la par, Ducati pasó de una GP14 a una GP14.3 en apenas un año. El trabajo de evolución ha sido constante gracias a la libertad de motores y de test y eso ha dejado dos evoluciones muy potentes de una moto que además ha incorporado en toda la transición el cambio 'seamless', sacado de 'la nada'.

Están en la pomada

El resultado es una GP15 a la altura de las motos de HRC y Yamaha, siendo posiblemente la mejor moto de Ducati en MotoGP. Será difícil que repita los éxitos de la GP7 o la GP8, pero esta moto a diferencia de aquellas es válida para dos pilotos muy distintos en su pilotaje como Andrea Dovizioso y Andrea Iannone, lo que multiplica las opciones de la marca. De momento, en los test en Losail ha marcado el mejor crono en manos de Dovizioso y Andrea Iannone dominó la primera jornada, pleno para el fabricante antes de comenzar una temporada en la que se llega con más moral que nunca.

De hecho, si uno hace un rápido repaso por los datos que se han arrojado de los datos de Losail -aunque no ha habido simulacros de carrera-, Ducati ha rodado en un mismo porcentaje de vueltas que Marc Márquez en los mejores tiempos, ha sido rápido a un sólo giro y tiene síntomas de tener ritmo, y todo eso sin usar la goma extrablanda que les dará un 'push' extra en la clasificación. Quizá en ciertas pistas no pueda estar a la altura, pero todo apunta a que en clasificación serán un dolor de muelas constante y por primera vez en cinco años, pensar en luchar por las victorias es una realidad. Para mi gusto, estamos ante la mejor Ducati que hemos visto en MotoGP.