Con 2019 ya concluido los equipos del Mundial de Motociclismo encaran una nueva campaña. La pretemporada 2020 está cada vez más cerca, y hay equipos que ya han hecho la presentación de sus colores para este año. En este nuevo arranque, sin embargo, no hay que perder de vista el balance de la última temporada, en la búsqueda de no repetir los mismos errores y seguir mejorando en lo que a desarrollo y rendimiento se refiere.
Esto es, precisamente, lo que ha hecho Paolo Bianchi, director técnico del CRC (centro de investigación de MV Agusta), en una entrevista a GPOne.com. MV Agusta volvió a participar en el Mundial de Motociclismo tras varias décadas fuera del certamen.La histórica marca italiana aprovechó la incertidumbre generada por el cambio de propulsores (del Honda de 600cc. al Triumph de 765cc.) para alinear sus monturas en la parrilla de Moto2, donde la unidad de potencia es la misma para todos los participantes. Pese a llevar muchos años compitiendo en Supersport con motocicletas derivadas de serie, Bianchi mantiene que comenzaron el proyecto "sin tener ninguna referencia", pese a lo que algunos medios publicaron hace ahora un año.
"Teníamos algunas referencias [de Supersport], pero allí había 20 pilotos en dos segundos y en Moto2 tenemos a 25 pilotos en medio segundo. Todo cambia. La mayor diferencia entre una moto de calle y una moto de carreras son los neumáticos, que hacen que todo cambie por completo".
La evolución de la montura transalpina, si bien no fue rápida, sí fue constante. "Al principio no estábamos listos para empezar, en lo que respecta a tiempo y recursos", reconoce Bianchi. "De hecho, el primer prototipo de Moto2 no fue hecho por CRC sino por un proveedor externo. Sin embargo, para la primera carrera en Qatar ya contábamos con nuestros propios bastidores, construidos en San Marino. En los primeros test, la moto era muy pesada, solo los carenados pesaban 7 Kg. En Qatar tuvimos problemas con la velocidad punta y la diferencia con el resto fue notable".
Si bien los resultados de sus pilotos, Dominique Aegerter y Stefano Manzi, les reportaron muchas críticas en la primera mitad de temporada, el trabajo entre bastidores fue fulgurante, llegando a "rehacer la moto tres veces a lo largo del año". "El primer paso fue reducir el peso del chasis y luego intentamos resolver los problemas aerodinámicos. La evolución aerodinámica que llevamos a cabo en Mugello fue muy importante. Hicimos muchas pruebas en el túnel de viento y conseguimos marcar el récord de velocidad punta en Australia [301.6 km/h]".
La primera alegría del box llegó en Assen, donde consiguieron meter a sus dos pilotos dentro del Top10 por vez primera. "Lo único que necesitábamos era tiempo, porque utilizábamos las carreras como test, aportando soluciones de forma continua. Stefano llegó a quejarse, pidiendo más estabilidad; una estabilidad que sí tuvo en las últimas cuatro carreras de la temporada". Esta estabilidad, sumada al desarrollo de la MV Agusta, hizo que en Valencia rozaran el podio, concluyendo la última prueba de la temporada en cuarta plaza.
Finalmente, y no sin un gran esfuerzo, MV Agusta logró posicionarse como el cuarto mejor constructor del año. Para 2020 han decidido hacerse con los servicios de Simone Corsi, uno de los hombres más veteranos de la parrilla y que conoce la categoría intermedia a la perfección. "Corsi es un piloto con una sensibilidad excelente", explica Bianchi. "Nos será muy útil, porque el año pasado tuvimos dificultades para entender las indicaciones de Aegerter".
En lo que respecta al aspecto técnico, la moto todavía tiene mucho que mejorar. "Para 2020 hemos cambiado la distribución de pesos, algo que ya habíamos intentado el año pasado moviendo el motor. Tenemos ideas al respecto y todavía estamos trabajando en mejorar la aerodinámica y la ergonomía".
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