En declaraciones a la prensa italiana, Paolo reconoció que el apoyo recibido en los primeros momentos, tras el accidente, fue trascendental para aportarle calma. Insistió también en que no debía culparse a nadie por lo sucedido: "Marco era un hijo muy especial, y quizá la gente entienda ahora cómo era". Y afirma que era "honesto, y realmente puro."
"Pero por encima de eso, era un luchador, y quizá fue ésa la razón por la que murió. Podría haber soltado la moto, dejarla ir, pero el pasado domingo (día de la carrera, N.d.T.) quería ganar. De nuevo, él era el Marco que empezó la temporada, empezada a saber cómo tenía que hacer las cosas."
Una acogedora bienvenida en Italia
Después de que cientos de seguidores dieran la bienvenida al cuerpo de su hijo, a su llegada a Roma, Paolo declaró que "honestamente no pude creerlo. Sería un asco decir que me hizo feliz (la bienvenida), pero fue algo que me reconfortó. Fue algo realmente hermoso.".
"Mañana por la mañana, después de que finalice el funeral, estaremos solos. Y será terrible. Pero, por ahora, tenemos a toda esa gente apoyándonos, visitándonos. Lo cual puede sólo reconfortarnos".
"Marco siempre estuvo disponible para los periodistas, así como fue amable con la gente que podía molestarle, mientras estaba comiendo. De hecho, en más de una ocasión me regaño por molestarme por ello. Así era él".
"Necesitaba a todo el mundo trabajando a su alrededor. Necesitaba a Aligi Deganello, su gurú y jefe de mecánicos. A su equipo, incluso a su padre. Antes de comenzar las carreras, agitaba y estiraba las manos. También lo hizo el domingo."
"Era feliz y disfrutaba con las pequeñas cosas que tenía: le encantaba su casa, su perro, el césped. De hecho, el domingo me dijo que estaba cansado, que quería volver a casa, porque realmente se había esforzado para preparar la carrera de Malasia. Había tenido problemas de nutrición, y tuvo que tomar una ducha bien fría para aliviarse antes de la carrera. Todo parecía perfecto, que la carrera iría bien. Pero me lo dijo... 'Quiero volver a casa, papá.'".
Marco Simoncelli murió en el acto
Paolo llegó al lugar del accidente justo en el momento en que su hijo era subido en una camilla a la ambulancia. Quería llamar a su hijo, pero en ese momento ya estaba muerto: "Estaba cerca, pero Marco ya estaba muerto. Estaba a sólo 10 metros, pero eso no cambia nada. Les ayudé: cuando volvieron con la camilla, para subirlo a la ambulancia, les eché una mano. Incluso sujeté la mano de mi hijo, y le dije 'Ciao Marco'".
"No se pudo hacer nada. Nada habría cambiado lo que pasó." Insiste en que "Marco murió con el impacto. Dicen que Dios llama sólo a los mejores para ir al cielo. No lo sé, pero espero que sea así".
Paolo Simoncelli aseguró que el funeral de su hijo tendrá lugar el jueves, pero será llevado a cabo en privado, entre sus familiares, amigos, pilotos allegados y los miembros del equipo Gresini.
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