Pecco Bagnaia es uno de los cuatro debutantes que habrán la próxima temporada en MotoGP, y también el favorito para llevarse el título de rookie del año, ya que llega como campeón del mundo de Moto2 frente a Miguel Oliveira, otro corredor que llega de KTM a la misma marca en la categoría reina. "Al principio no era consciente de que era campeón, ahora poco a poco empiezo a darme cuenta. Desde la victoria en Malasia he tenido muchos compromisos y, incluso es bonito estar así de ocupado si es por este motivo, ahora siento la necesidad de un periodo de pausa. Me sirve unas vacaciones, me iré donde hace calor", declaraba el italiano sobre su título de 2018.
Por otro lado, tuvo una oferta de Ducati en 2017, pero el de Turín declinó la oportunidad de subir a MotoGP este mismo año: "La idea me gustaba, pero por primera vez en mi carrera tenía la posibilidad de jugarme un campeonato y he preferido quedarme en Moto2. Después cuando firmé con Ducati, no había ganado ni una carrera, la gente me hacía notar, me metía presión, pero yo estaba contento porque me quité los miedos y la presión. Me sentía tranquilo y cuando gané en Qatar estuve aún más apagado", concluía."MotoGP será un compromiso todavía más duro, pero también sé que cuando estás delante, la gente empieza a seguirte aún más. Tengo muchas ganas de empezar, porque MotoGP es más que los aspectos en los que te puedes preparar, debes vivirla. Sólo haciéndolo puedes entender qué es", comentaba sobre su año debut en esta categoría, donde tendrá que emplearse a fondo para crecer. "Andrea [Dovisiozo] me ha ayudado tanto en los test de Valencia como en los de Jerez, cuando me ha visto en pista me ha hecho señas para seguirlo. Esto es una cosa que aprecio, un piloto de su nivel que se pone a disposición de un debutante hace entender la grandeza de Dovi. Él se preocupa por el proyecto, Ducati es como si fuera su hija y busca que otros pilotos le ayuden a hacerla crecer", cerraba Pecco acerca del piloto del equipo oficial de Ducati.
"Mi objetivo antes que todo es crecer y aprender, batir a Dovi significa estar entre los tres primeros... será duro", zanjaba. Además, en GPone le comentaban la posibilidad de ir al equipo oficial en 2020: "De momento sí, sería una gran mirada al futuro, pero ahora tengo otras cosas en las que pensar. El trabajo que hacer es mucho más grande respecto al de Moto2".
Además, Bagnaia hereda un buen equipo de profesionales, lo que le ayudará a comprender mejor los datos de la moto y adaptarse mejor: "Ducati me ha hecho un gran regalo asignándome a Cristian [Gabarrini] y Tommaso [Pagano]. Enseguida se ha creado un buen ambiente con ellos, me han transmitido su humildad con la que han afrontado este proyecto. No me han impuesto nada, incluso hemos aceptado recíprocamente nuestros métodos de trabajo".
"Todos los pilotos son los que he visto mientras crecía, me han impresionado y emocionado, tenerlos como rivales el año que viene es extraño. Llego de Moto2 y me encontraré en pista con los pilotos más fuertes del mundo, será genial. De Franco [Morbidelli] soy muy amigo y hay mucho respeto recíproco entre nosotros, lo mismo digo de Valentino [Rossi], que siempre ha sido para mí el mito indiscutible. Pasar toda la vida teniéndolo como ídolo y después tenerlo de rival es una sensación extraña, demasiado grande para explicarlo", finalizaba Bagnaia, hablando de lo impresionante que es correr con tus ídolos de la infancia.
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