Después de contar de nuevo con Ayrton Badovini tras su etapa en el Pedercini Racing en la temporada 2008 en la categoría reina, en la estructura italiana están pensando si tener a más pilotos en su equipo a partir de las rondas europeas. En principio tienen una moto en WorldSBK y otra en WorldSSP porque el presupuesto para tener dos sitios es muy costoso, más en la máxima cilindrada, pero en Supersport quieren apuntar más alto.
Badovini disputará su tercera temporada en la clase de 600cc (2016 y 2018 fueron antes), y venir de una moto como la MV Agusta tiene complicaciones teniendo en cuenta que es una moto muy artesanal, a diferencia de la Kawasaki. De hecho, los verdes no dominan en la categoría intermedia, y la marca italiana de donde proviene Ayrton ha tenido grandes actuaciones gracias a Raffaele De Rosa el pasado año.Pedercini lo tiene claro: si quiere contratar a un segundo corredor en su equipo, tiene que ser alguien con el mismo potencial que Kyle Smith. El británico fue el último piloto que le dio la victoria a Honda en Supersport, allá por el año 2016 en la última ronda, Qatar. Además, cuando la firma nipona lo daba todo por perdido en los 600cc de las motos de serie, dio un soplo de aire fresco la temporada pasada subiéndose al podio en Portimao (3ª posición detrás de Lucas Mahias y Federico Caricasulo, ambos con una Yamaha R6).
Kyle Smith, en el banquillo
"Siempre ha sido claro para mí, si tengo un segundo piloto en el mundial de Supersport, debe ser uno de la clase de Kyle [Smith]", confesaba el italiano a Speedweek, a la vez que añadía también que un segundo piloto de Superbike "es muy caro", y "no están preparados" para una segunda Superbike en este momento. El plan con el británico es que participe en Europa, y quizás dos wild cards en las últimas citas de Argentina y Qatar. "El campeonato comienza muy temprano cada año y ahora estamos trabajando en tener dos superbikes para el próximo año. Además, nuestro patrocinador Global Service Solutions, una importante empresa de administración de propiedades italiana, espera la segunda moto en Supersport", desvelaba los planes de futuro.
"Conocí al dueño el año pasado en la carrera en Qatar. Vive muy cerca de mí y creció en una casa en el Parco di Monza, había estado involucrado en carreras desde la infancia. Cuando nos reunimos, nuestro plan era tener dos moto en Supersport y una en el Campeonato del Mundo de Superbikes. El patrocinador no quería pagar tres bicicletas en ese momento, así que le hice una oferta para un Supersport y una máquina de Superbike", comunicaba Lucio. "Aceptó, pero aún quiere dos motos Supersport porque le gustan las 600. Nuestra cooperación continúa consolidándose, actualmente estamos preparando un contrato de tres años", concluía el jefe.
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