La magia del motociclismo llegó a su máximo apogeo una vez más en Phillip Island. La categoría pequeña fue la que salió peor amparada, aunque cabe destacar que la acción en pista una vez más estaba garantizada. Pero la espera merecía la pena, dando un espectáculo de pilotaje, con adelantamientos extremos que en más de una ocasión provocó una caída.
Tardó, luchó y no desesperó en la tensa espera. Joan Mir supo salirse con la suya, manteniendo la calma y sobre todo, pasó página de un Gran Premio de Japón para olvidar, pero todos los grandes campeones, pasan por ciclos, y cómo dicen algunos, la trayectoria deportiva de un piloto es muy larga y puede ser semejante a una montaña rusa, en las que unas veces estás arriba, saboreando la gloria, mientras que en otras, acabas con un pésimo resultado. Sin embargo, en la mente reside la fuerza del piloto, y Joan Mir, supo sobreponerse a este hecho, puesto que caerse está permitido, pero levantarse es obligatorio.¡Y de qué forma se levantó! Se quitó la tierra de las heridas y cicatrizó rápidamente. El balear dominó el fin de semana, se le notaba cómodo con la Honda. Mantuvo la calma durante todo el Gran Premio y pidió a sus componentes del equipo que ni se les ocurriera poner en la pizarra la posición de Romano Fenati, su máximo rival. Mir quería hacer su carrera, cómo si se tratase de una más.
El balear salió a pista con la intención de conquistar el mundo y lo hizo a ssu manera. Ni los amagos de lluvia ni la presión de tener tras él un amplio grupo de varios pilotos luchando por la victoria hizo que se amedrentase. Sacó la templanza que le caracteriza los domingos y se puso a analizar a sus rivales, hasta que llegó la lluvia, que en ese instante estaba en primera plaza y logró la victoria. Se trata de una victoria especial, debutó hace dos años en este circuito y se ha hecho con el título.
No en vano, Joan Mir no fue el único protagonista de la jornada, puesto que hubo varios. Hacer especial mención a la evolución que ha mostrado este fin de semana Marcos Ramírez, que tras varias carreras mostrándose un poco en un segundo plano, el español ha dado el salto adelante definitivo y se mostró rodando en ritmos competitivos antes de que Jorge Martín entrase un poco largo en la curva 1 y provocase que se fuera al suelo.
Un Martín que no ha dejado indiferente a nadie. Es el amo y señor de los sábados, pero todavía le falta un poco bastante para llegar a esa ansiada victoria. Quizás sea esa hambre de victoria que tiene la que le haga ser más agresivo de lo normal. Se le vio rodar en más de un momento al límite, y eso se entiende, es piloto profesional, pero compite con otros pilotos y en este mundo las lesiones se pagan caras.
Además, no fueron los únicos que mostraron el paso adelante. Los pilotos del RBA BOÉ Racing Team siguen con su técnica de hacer trabajo de equipo, siendo esta la principal característica del equipo español, rompiendo así con una tendencia que se va extendiendo en el paddock, puesto que pocos equipos han logrado poner de acuerdo a sus pilotos en una cronometrada para hacerlo. Por una parte, Gabriel Rodrigo ha mostrado el salto que ha dado respecto al pasado año, en este, se muestra mucho más seguro y comete muchos menos errores, quedándose en más de una ocasión a las puertas del podio. Por otra parte, Juanfran Guevara, ha sido otro de los pilotos revelación de la temporada, puesto que ha confirmado una mejor adaptación a la KTM, en una temporada en la que la firma austriaca ha dejado en un segundo plano la evolución de la montura. El lorquino ha conseguido una serie de resultados que son alentadores de lo que puede hacer la próxima temporada, puesto que en más de una ocasión ha estado luchando por el podio y sin embargo, tan sólo, lo logró en Mugello.
Por último, habría que hacer una valoración a nivel general de esta cita de la temporada. Parece ser que las advertencias de dirección de carrera en Japón han sido fructíferas. Los pilotos al menos en esta prueba no esperaban rueda en los últimos compases, rodaba a su ritmo. Por otra parte, hay que obviar en este caso la estrategia de Fenati en la Clasificatoria, puesto que en su caso sucedió en los primeros compases de la cronometrada.
Artículos recomendados