Una vez más, otro fin de semana más, otra carrera más donde los problemas de Yamaha han quedado evidenciados. Desde el Gran Premio de Cataluña, en el circuito de Montmeló, Yamaha no ha ganado ninguna carrera, dato nada positivo para la segunda mejor marca del mundial.
Ha sido un fin de semana duro para los pilotos de la firma japonesa; solamente con saber cómo quedó la clasificación para la carrera se puede visualizar que algo no iba bien. Los dos pilotos oficiales quedaron fuera del top 10; Jorge Lorenzo 12º y Valentino Rossi 15º. El primer piloto Yamaha fue Pol Espargaró cerrando la primera línea. Esto ha hecho que los pilotos dejen unas declaraciones bastante claras en cuanto a sus sensaciones con la moto.Valentino Rossi pudo cambiar su suerte en carrera ya que fue protagonista de una excelente remontada, del 15º puesto a quedar 2º en el final de carrera. Rossi se sintió tan motivado que afirmaba que cuando vio la caída de Márquez llegó a pensar que la victoria era posible, idea que se fue desvaneciendo con el paso de las vueltas. "Nosotros sufrimos porque perdemos mucho agarre en la parte trasera. Nos pasó en Misano y Aragón, y nos volvió a pasar aquí", incluso admite que en las últimas vueltas llegó a sentir la presión de Maverick Viñales.
Su solución al problema es la siguiente: "Necesitamos un motor más rápido. A partir de mitad de carrera sobre todo, la Honda parece ser más rápida que la M1. Espero una moto que en 2017 sea más fuerte en aquello relativo al motor, y por otro lado, que se solucionen esas dificultades que aparecen en las segundas partes de las carreras". Así cerró Rossi sus declaraciones en este tema.
Si el italiano tuvo problemas en los entrenos pero los salvó en carrera, todo lo contrario le ocurrió a Pol Espargaró. El español salió desde la primera línea, en la tercera plaza, pero vuelta a vuelta vio cómo iba perdiendo posiciones. Finalmente terminó la carrera siendo 5º. El catalán admite que, aunque no es mal resultado, si no llega ser por las caídas de delante de él habría quedado más atrás. "Llegamos a nueve segundos de Valentino (2º) y por delante de Jorge (6º), pero no es que eso me satisfaga demasiado. Habríamos finalizado séptimos de no ser por las caídas de Marc y Aleix. En una carrera normal, luchar por el podio es imposible".
Una larga sequía
Cierto es, Yamaha lleva sin ganar desde el mes de julio. Esto tiene una serie de consecuencias que el equipo de fábrica sufre pues todos los recursos se centran en el equipo oficial. Pol dejó claro que si los pilotos del equipo oficial sufren, ellos sufren más. "Si el equipo oficial está sufriendo y tiene a mucha gente en Japón trabajando para él, puedes imaginarte cómo estamos nosotros. Con nuestra gente trabajamos al máximo para ponerla a punto, pero eso no es suficiente".
Pero las altas esferas también tienen sus problemas. Jorge Lorenzo tuvo un fin de semana imposible de salvar y finalmente acabó 7º. Estos malos resultados los achaca a la mala combinación que forman el trío Yamaha-Michelín-frío. "Cuando más frío y menos grip hay en la pista es peor para nosotros, dependemos mucho del agarre".
"Si hubiera habido 10 grados más de temperatura, habría sido mejor. Para mi estilo de pilotaje dependemos mucho de ese factor; los problemas que tenemos por la combinación entre Yamaha y Michelin, con frío se multiplican. Cuando hay grip como en Japón o la temperatura es normal, no puedo marcar la diferencia, pero más o menos me defiendo y puedo estar entre los tres primeros".
Lorenzo lleva intentando hacer frente a este problema prácticamente toda la temporada. Según percibe el piloto mallorquín, la combinación no es nada positiva para su estilo de conducción: "Yo no puedo pasar a ser de la noche a la mañana un piloto agresivo y de frenadas fuertes, no es mi naturaleza ni mi estilo. Cuando los neumáticos tenían grip podía marcar la diferencia, como pasó en pretemporada o en la primera carrera".
Así es, los pilotos Yamaha no acaban la temporada satisfechos; los cambios de electrónica y de suministrador de neumáticos no han resultado positivos para los objetivos de la marca nipona y deberán trabajar duro para solventar sus carencias de cara a 2017.
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