Pit Beirer, director de KTM, se muestra públicamente eufórico y aliviado, ya que su piloto, quien permaneció tres veces lesionado en 2018, consiguió puestos relevantes capaces de presentarle como un candidato fuerte para el Mundial. Los frutos de Pol en su trayectoria deportiva han mejorado significativamente, especialmente en Austin, pasando de un decimotercer puesto a una octava posición, pero esto no tranquilizaría al de KTM, pues todo puede pasar en MotoGP. "Todavía estamos en una fina capa de hielo. Es posible que aun tengamos problemas este año en los circuitos y suframos contratiempos. Pero tenemos la ventaja de volver a las pistas por segunda vez y no comenzar desde cero como en 2017" comentaría Pit.
Beirer confesaría que aún hay mucho que trabajar y problemas por resolver, sin embargo, considera que el tiempo es esencial para solucionar las adversidades de cara al siguiente Gran Premio. "Tenemos tiempo para trabajar en las vulnerabilidades hasta Jerez. Si es como en Estados Unidos, podemos cambiar la situación, será divertido y motivador" añade. Si echamos la vista atrás, podemos hablar de un avance significativo en la fábrica austriaca respecto a 2017. "Fue un momento difícil, nos vimos presionados por el público en general. En Qatar estábamos aproximadamente en las mismas posiciones que el año anterior. Pero la brecha en la calificación se ha reducido a la mitad" comentaría orgulloso.Ante esta situación, Pit Beirer considera que KTM permanece en el camino correcto para luchar por el título. "Los rivales también han mejorado, y el nivel es tan alto que incluso el octavo lugar es un resultado considerable, de modo que nadie lo ha esperado. Por ahora, un segundo detrás en este Mundial es un mundo, y esto hubiera sido suficiente hace unos años para obtener siempre los diez mejores resultados" concluiría Pit.
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