La pasada temporada ha sido toda una montaña rusa para Pol Espargaró. Llegó a lesionarse gravemente en tres ocasiones: los test de Sepang, el GP de Brno y finalmente el GP de Aragón. La primera fue una hernia en la vértebra L4, y las otras dos fractura en la clavícula izquierda, lo que fue detonante y que marcó su 2018.
"Creo que pilotar al límite no fue el problema, pero fue difícil conducir así otra vez después de esta caída, por lo que no iba más allá del límite. Siempre estuve en el límite antes, a veces eso ha llevado a las caídas. Para volver después de una caída y volver a lo antiguo, tienes que sentirte realmente saludable, y estaba curado en el regreso a Misano cuatro semanas después. Además, existe el riesgo de que vuelva a caerme, porque no esté realmente listo. Estas son las fases difíciles", comentaba sobre el proceso de recuperación que conlleva una lesión así de grave.En el medio alemán hablaron también sobre los avances que han hecho a lo largo del año tanto moto como pilotos: "No puedo hablar por Bradley Smith, pero estoy convencido de que no fue diferente. Siempre voy al límite. Esa es la única manera de descubrir los verdaderos problemas de la moto de carreras: si pilotas por debajo de su límite durante medio segundo, difícilmente encontrarás los problemas. Esto sólo funciona si sacas todo de la moto. Luego encontrarás las vulnerabilidades tarde o temprano".
Respecto a la evolución de la KTM, Espargaró es muy crítico con los datos recogidos en esta temporada: "El problema era que en 2018, en promedio éramos un segundo más lentos que los mejores pilotos. Si nos hubiéramos permitido medio segundo para relajarnos, la distancia habría crecido a 1,5 segundos. A veces, Marc Márquez a veces puede ahorrar medio segundo y relajarse, porque siempre ha sido un líder del Campeonato del Mundo y terminará entre los diez primeros, incluso si no arriesga todo en un viernes. Nosotros no podemos permitirnos eso. Con la KTM siempre tenemos que ir al límite. Esto también corresponde a mi filosofía de las carreras. Y cuando estás en el límite, se trata de caídas", concluía.
"Conozco este deporte y sus riesgos. No juego al golf, sino que piloto una MotoGP. Soy consciente del riesgo, pero KTM me paga por este riesgo. Por eso trato de dar el 200% tan pronto como me subo a la moto", respondía así Pol a las preguntas, resumiendo un poco su última campaña en el mundial de MotoGP.
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