Quién le iba a decir a Pol Espargaró que tras el podio en la prueba inaugural en Qatar, iba a estar tan atrás en la octava cita del año. Llega a Mugello 12º en la clasificación general con solo 40 puntos, y lo que es peor, sin muchas esperanzas de darle la vuelta a la situación a corto plazo. La moto en estos momentos no va y veremos a partir del viernes lo competitivo que puede ser el de Granollers.
El año pasado con la Honda en el GP de Italia, Pol fue 12º a 26 segundos del ganador, Fabio Quartararo. Una carrera que dice fue muy difícil para él, y espera que este fin de semana sea más fácil. "El año pasado en Mugello tuvimos una carrera un poco difícil, así que este año espero que podamos tener un GP de Italia más sencillo", ha comentado en unas declaraciones a su equipo.Tenía esperanzas el último Gran Premio en Le Mans, un circuito que le gusta y donde ha tenido buenos resultados históricamente. Pero de nuevo finalizó lejos de los mejores, siendo 11º a más de 20 segundos de Enea Bastianini. En estos días entre carrera y carrera, afirma haber entrenado mucho para llegar lo más fuerte posible a Mugello. "He estado entrenando al máximo en casa para estar listo. No pudimos lograr lo que queríamos la última vez en Francia, por lo que el objetivo es, por supuesto, volver aquí en Italia", afirmaba el piloto de 30 años.
Ahora llega posiblemente el momento más crucial del año, donde se juega su puesto en el Repsol Honda. Muchos lo ponen fuera para 2023 sustituído por Joan Mir, pero es posible que si comienzan los resultados, permanezca más tiempo. Después de Mugello, viene su GP de casa en el Circuit de Barcelona-Catalunya y después unos test allí. De dichos test tendrán que dar con la tecla para encarar la segunda parte del año en mejores condiciones. "Tenemos dos carreras y una prueba en dos semanas, habrá mucho tiempo en la moto para nosotros, lo cual es bueno. Pongámonos a trabajar", ha zanjado el #44.
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