Pol Espargaró está en su fase final con el Repsol Honda. Un año muy difícil para él aún con el buen comienzo que tuvo en pretemporada y la primera carrera en Qatar. Resultados muy discretos con la difícil Honda que le hicieron no renovar y volver a KTM para 2023. Son muchas carreras sufriendo, repitiendo más de una vez no saber cuándo se puede ir al suelo, o la falta total de evolución desde que comenzó el año.
Tras la pandemia, los test volvieron a celebrarse en el mítico trazado deSepang, como ya es costumbre. Y allí Pol se sintió muy agusto con su RC213V, siendo uno de los pilotos más rápidos y constantes en los dos días. "Malasia es una pista en la que éramos realmente fuertes a principios de año; en los test, nuestro ritmo era uno de los mejores", asegura el piloto de 31 años, optimista de dar un pasito adelante.
Pero en el mundial todo puede cambiar de golpe y ahora, y desde hace varios meses, la situación es muy diferente. Se le ve fugazmente por el top 10, aunque su ritmo los domingos no es el suficiente para mantenerse. Ahora le toca seguir dando el máximo para cerrar de la mejor manera su difícil etapa en Honda. "Pero la situación en MotoGP ha cambiado y tendremos que trabajar mucho para volver a ser fuertes aquí este fin de semana", reconoce el #44, que tiene como mejor resultado en la categoría reina un sexto puesto en 2014, año de su debut con la Yamaha del Tech3.
En Phillip Island tuvo unos grandes entrenamientos que no pudo corroborar el domingo, y ese es el objetivo en estas dos carreras que quedan por delante. "Parece que somos capaces de alcanzar un buen nivel bastante rápido, pero tenemos que trabajar para dar el siguiente paso y mantenernos entre los diez primeros, para así asegurarnos poder estar ahí cuando realmente es importante", zanjó Pol, que partía en Australia 13º, a punto de entrar a la Q2. En carrera se quedó a las puertas del top 10, lejos del grupo delantero.
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