Fabio Quartararo está acallando las críticas que le rodearon al anunciar su salto a MotoGP. El joven francés, de 19 años, fichó por el Petronas Sic Racing para disputar la temporada 2019 en MotoGP a lomos de una Yamaha. El anuncio de su fichaje fue bastante polémico, siendo calificada como una decisión precipitada por un piloto que todavía no ha terminado de explotar en el mundial (tras dos temporadas en Moto3 y otras dos en Moto2 suma cuatro podios y una victoria).
Sin embargo, el galo ha demostrado haberse adaptado a las mil maravillas a la montura de 1.000cc japonesa. En los test de Valencia 'El Diablo' consiguió marcar el 17º mejor tiempo, a 1.334 segundos del más rápido. En los test de Jerez, que terminaron ayer, continuó su mejora, consiguiendo el 12º mejor registro de la clasificación combinada a 0.816 segundos del primer tiempo. Estos resultados más que aceptables para tratarse de un debutante (en Valencia fue el 3º de los rookies y en Jerez solo Bagnaia giró más rápido que él) cobran un mayor valor al haberlos conseguido con una moto menos evolucionada. Mientras que Morbidelli (apenas 0.650 segundos más rápido en Jerez) lleva una M1 oficial idéntica a la de Rossi y Viñales, Quartararo pilota la Yamaha del año pasado.
"Hemos dado un paso más en términos de velocidad en el paso por curva en comparación con Valencia, lo que es importante", comentaba Quartararo tras la primera jornada de test en Jerez. "Ahora necesitamos analizar curva por curva dónde estamos perdiendo más tiempo, algunas en la salida, otras en la entrada, y ver en los datos en qué podemos trabajar. Lo importante es que estamos mejorando, especialmente aquí, uno de los circuitos más difíciles del calendario, donde no he pilotado con una moto de MotoGP antes. Estoy muy contento con el día de hoy y espero que podamos seguir mejorando".
"En este último día de test hemos mejorado las sensaciones y los tiempos por vuelta. Hemos dado un paso adelante y hemos logrado probar algunas cosas con la electrónica, que hasta ahora apenas habíamos tocado", declaró al remate de la última sesión del año. "El mayor avance lo hemos logrado en el primer toque de gas, en la aceleración y también en la entrada en curva. Hoy pude ver que los tiempos de las vueltas estaban bajando y me sentía rápido, fue una sensación muy buena. Sabíamos que cuantas más vueltas pudiéramos hacer con la Yamaha, más íbamos a mejorar. Mi objetivo de hoy era una vuelta de 1'38 e hicimos tres giros en ese tiempo. Estamos trabajando a nuestro ritmo, poco a poco, y gradualmente estamos cerrando la brecha con los hombres más rápidos. Estoy muy contento con la forma en la que han pasado estos días aquí en Jerez y esta primera fase de la pretemporada de 2019, por lo que agradezco a todo el equipo el trabajo realizado".
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